lunes, octubre 31

Demasiado tarde

Cuando logró comprenderlo fue demasiado tarde: ella ya no estaba ahí. Se había ido lejos porque no soportaba tanto dolor, porque el amor que la había llenado de felicidad se había convertido en reproches y en llanto; sintió su corazón desgarrarse en dos, le hubiera gustado despedirse…

No era el vacío en la cama, sino el enorme hueco justo en medio del alma. Él lo sabía: no más conversaciones al filo de la media noche, no más complicidades, no más besos antes de dormir… ¿Quién lo escucharía?, ¿quién le entregaría todo sin mayor exigencia que verlo sonreír?

Ella vació su mitad del armario; dejó olvidadas, por “accidente”, un par de fotografías. Le fue difícil empacar cinco años de su vida, apenas y cabían los recuerdos. Colocó el primer “te quiero” en el fondo de la maleta, encima acomodó las palabras hirientes y las ilusiones hechas añicos.

Tuvo ganas de salir a buscarla y pedirle que volviera, pero comprendió que todo había terminado; nunca conoció mujer más decidida. Quizás dentro de algún tiempo el dolor de ella se aminoraría, quizás algún día el destino permitiría que se encontraran de nuevo. Lo único seguro es que él la había perdido para siempre.

No quiso mirar atrás, aunque sabía que una parte de ella ya se había convertido en sal. ¿Por qué la había lastimado así?, ¿por qué le negó un “te amo” cuando más lo necesitaba? Él no tuvo tiempo de nada, sintió un doloroso suspiro contenido; hubiera deseado, por lo menos, hablar con ella por última vez…



No digas nada
Rostros Ocultos

No digas nada
Tan sólo mírame
Y dime si esto que sentimos hoy
Es tan sólo una ilusión.

Somos dos cómplices
En este juego que
Entre mentiras y verdad
Donde se apuesta el corazón.

Y tal vez mañana tú
No sientas lo mismo.

No, no te buscaré
Como lo esperas tú
Esta vez no cederé
A tus caprichos sin virtud.

Sabes que te amo yo
Seguro tú también
Pero tienes que entender
Que esta vida se nos va.

Tal vez mañana yo
No sienta lo mismo.

Hoy juegas conmigo al amor
Eres tan sólo una ilusión
Juegas conmigo

No, no me rendiré
Tampoco fingiré
Tan sólo búscame y verás
Pues lo nuestro es de verdad.

Sabes que te amo yo
Seguro tú tal vez
Pero tienes que entender
Que esta vida se nos va.

Y tal vez mañana tú
No sientas lo mismo.

Hoy juegas conmigo al amor
Eres tan sólo una ilusión
Juegas conmigo

Pues tal vez mañana tú
No sientas lo mismo
Tú sigue con tu verdad
Yo aquí sigo en lo mismo.

Hoy juegas conmigo al amor
Eres tan sólo una ilusión
Juegas conmigo…



domingo, octubre 23

Soy la Barbie Girl

De niña jamás me gustaron las Barbies, la vida de aquella tipa plástica me parecía aburrida. Y me daba igual ponerle un vestido de noche o traerla encuerada, me daba igual que fuera bailarina o ama de casa; la tal Bárbara me provocaba bostezos.

Qué extraño que mi madre me regalara una chica sintética bajo la advocación de Malibú; más extraño aún si recuerdo que, desde muy pequeña, fue mi sacrosanta jefa quien se encargó de inculcarme la sana y arraigada creencia de que las mujeres valen más como seres pensantes que como objetos sexuales.

Barbie Malibú murió y, cual victima de la Revolución Francesa, su cabeza rodó por los suelos, o más bien por el suelo de mi casa. Jamás imaginé que si jalaba demasiado su cabello al peinarla podía ocurrir un “accidente”. ¡Ah, qué la Barbie tal delicadita!

Pensé que después de enfrentarme a la Barbie Sirena (la tercera y última Barbie que tuve) todo había terminado. Eso pensé, hasta que me vi precisada a protagonizar una historia digna de convertirse en película al estilo de las del Santo: Penélope contra las Barbies universitarias.

Bárbaras de carne y hueso. Bárbaras reales. ¡Sálvese quien pueda!... “O sea, yo jamás podría salir de mi casa sin maquillaje”, “Para la próxima fiesta, de ley, tengo que estrenar ropa”, “¿Solamente tienes dos pares de zapatos?”, “Necesito esos pantalones, los ne-ce-si-to”…

Pero las Barbies made in CU no viven solas, necesitan a su inseparable Ken: Chico “guapo”, socialmente aceptado, de preferencia famoso entre el círculo de amigos; individuo con auto, con varo. Ken también adopta diferentes modalidades: Ken Rudo, Ken Intelectualoide, Ken Gandalla, Ken Malviajado… ¿Modelos descontinuados?: Ken confiable, Ken “X” y Ken simpático.

Durante mi infancia nunca nadie me llamó Barbie Princesa, una amiga de mi madre optó por apodarme “Mafaldita”. Es su culpa y la de mi familia que hoy yo sea una inadaptada social, ja. Y no me importa tener un enorme guardarropa, ni me interesa ser “sensual”; tampoco quiero ser Barbie Snob —“aparentemente” interesante y culta—.

Me resigno, sé que su mundo es indestructible: “I’m a Barbie girl, in the Barbie world…”. Ahí se ven Bárbaras, yo prefiero vivir la vida real…



Quiero un chicle de menta y una paleta
(Da igual quién la cante)

Voy a tenerte a mi lado y jugar contigo
Vas a hacer lo que pida
Tendrás que ser mi juguete, cumplir mis caprichos
Seguirme la corriente, jugar conmigo.

Quiero un chicle de menta, y una paleta
Quiero que bailes como en la discoteca
Quiero un chicle de menta, y una paleta
Quiero que bailes como en la discoteca



lunes, octubre 17

FRIVOLIDADES

Por esta ocasión me doy el lujo de escribir sobre una banalidad. Así es, se trata de un capítulo de mi vida que puede no interesarle a nadie, pero que a mí me llenó de… ¿emoción?
***
Ahí estaba yo, con mi cara de pocos amigos, en domingo, a las afueras del metro Mixihuca. Me dispuse a abordar el microbús que me llevaría de regreso a mi casa; pagué los 3 pesos de pasaje y, desde lejos, lo miré. Lo miré una y otra vez, no podía quitarle los ojos de encima.
***
Aquel niño de cabellos rizados y boca “besable” me dejó, prácticamente, i-dio-ti-za-da. “Ha de tener como 18”, pensé. Caminé por el pasillo del transporte hasta quedar justo frente a él y rechacé tomar asiento con tal de seguir con mi ociosa tarea.
***
¿Por qué me gustan los “chamaquitos”? Varias amigas afirman que, según mis expectativas, el tipo de mis sueños se halla en un rango de entre 18 y 20 años. Vergonzoso pero cierto: con frecuencia me gustan tipos de menor edad que la mía.
***
Ese morenazo (morenazo de fuego, como diría Gade) me obligó a “volver a las andadas”. Yo que trataba de disimular y él que me sonreía mientras le guiñaba el ojo a su amigo. Yo apenada y él con su actitud de conquistador. ¡Vaya jueguito!
***
Por hoy me conformé con ver. No olvidaré a aquel niño de look pseudo-punk, de ojos expresivos y conversación intrascendente, no olvidaré la sensación de nerviosismo que me provocó; tampoco olvidaré que, ese niño, bien hubiera podido ser mi hermanito menor…

domingo, octubre 16

¿Cómo?

Cómo explicar que todo ha cambiado, que ya no hay días aburridos. Cómo decirte que el tedio se acaba cuando estoy contigo. ¿Cómo te lo hago saber?...

Cómo decirte que desde hace tiempo ya no soy la misma persona, porque soy más feliz; porque comienzo a darme la oportunidad de improvisar en mi vida, una vida que hasta hace algún tiempo era predecible. ¿Cómo lo hago sin que suene cursi, sin que ello suponga formalidades inútiles?

Cómo agradecer todo lo que he aprendido, todo lo que ahora forma parte de mí. Personas van y personas vienen: encuentros a la deriva, intentos absurdos, situaciones equivocadas… Y de repente hallo mi lugar, así de sencillo.

Qué más da lo que los demás esperen, lo que quieran escuchar; qué más da lo que quieran imaginar. No exijo más de lo que me has dado, para mí ya significa mucho. Te quiero y es suficiente.

Y me pregunto cómo, porque quizá me falta talento, sensibilidad, o ambas cosas. Me lo pregunto porque con frecuencia me anticipo, y hablo de más; a veces olvido el valor de un silencio oportuno. Me lo pregunto porque quiero encontrar la forma correcta.

Te lo quiero decir, necesito decírtelo. Por ahora sólo puedo hacerlo escribiendo, como escribo todo lo que me es importante: GRACIAS POR LOS DÍAS LLUVIOSOS.




Simple
División Minúscula

Intenté dormir y no soñar
Y todo fue al revés
Soñé despierto

Tal vez fue porque estabas aquí
En mi almohada junto a mí
Ahora lo entiendo

Le temo a la oscuridad
Pero tú estabas aquí

Tomando el tiempo
Para escuchar quejarme
De lo mal que me va

Tomando el tiempo
Para desglosarme siempre un poco más
Un poco más

Nada más
Simplemente no quiero saber
Si esto durará

Gracias
Simplemente por estar aquí
Sentada junto a mí

Mañana un día nuevo será
Espero que sigas aquí

Intenté reír y no llorar
Y todo fue al revés
Intenté huir y no quedarme
Y todo fue al revés

Nada más
Simplemente no quiero saber
Si esto durará

Gracias
Simplemente por estar aquí
Sentada junto a mí

Mañana un día nuevo será
Tal vez yo no esté aquí

martes, octubre 11

2-2


A las 8:30 de la mañana se paró mi reloj infantil. Así es, en pleno 10 de octubre (día de mi cumpleaños) se terminó la pila de mi relojito de pulso; coincidencia extraña, pensé.

“Dulces 22”, con todo lo que ello implica; con las lecciones de vida y con la enorme melancolía, con los “nuevos” amigos y con aquellos quienes ya han recorrido un buen tramo del camino a mi lado, con los encuentros y reencuentros. “Dulces 22”, me miro al espejo y me pregunto qué tanto he cambiado…

Escuela, día normal. Todos saludan, algunos recuerdan la fecha y me regalan un fuerte abrazo, sin saber lo mucho que lo necesito. En pleno aniversario de mi natalicio me veo precisada a crecer de golpe y a comprender que la vida puede ser inexplicable y desconcertante.

El domingo lloré, quizás nadie comprenda mis razones. El domingo lloré por alguien que no es de mi familia, por alguien a quien quiero con todo mi corazón. Lloré por el enorme miedo que me provoca la posibilidad de perder a una de las personas más importantes en mi vida.

Pareciera que todo se complica… Recuerdo que de niña los errores me parecían reversibles porque mis padres podían solucionar casi cualquier desperfecto. Era egocéntrica, desquiciadamente feliz, pues no sabía de todas esas “cosas de adultos”; no sabía de momentos críticos.

Hoy cumplo 22 años y las circunstancias me piden actuar como adulta, dar la cara y dejar a un lado el dolor. Mis 22 años me exigen ser fuerte en lo posible y demostrar que puedo servir de apoyo, que soy capaz de poner en práctica todo lo que alguien me enseñó con esmero, amor y dedicación.

Este 10 de octubre Claudia me acompañó a un parque cercano, yo tenía muchísimas ganas de jugar en el sube y baja… subir y bajar… subir y bajar… Había olvidado qué se siente, había olvidado que los momentos más hermosos son los más sencillos.

Nos encontramos con un par de niñas: Leslie de nueve años y Tania de 11. Jugamos con ellas, las cuatro nos trepamos al sube y baja y después nos lanzamos por la resbaladilla. Por un momento volví a ser desquiciadamente feliz… Me transporté a mi niñez, ese fue un hermoso regalo de cumpleaños.

“Dulces 22”, aunque yo no esté lista ha llegado la hora. Sólo espero poder enfrentar los momentos verdaderamente decisivos, pues son esos los que nos llenan de experiencia.

lunes, octubre 3

Ya viene... ¡Ya viene!

Para todos aquellos interesados en hacer feliz a la China en su cumpleaños número 22, he aquí la lista de los 10 regalos más esperados:

Un tipo guapo, sexy, inteligente, educado, respetuoso y con auto...

El CD Arde en mí de Thermo.

Un álbum para guardar todas las fotos que he coleccionado durante los casi 264 meses que llevo de existencia.

Todos los “chunches” que puedan caber en mi tocador y en la repisa, soy re’bien kitsch.

Cualquier tipo de artículo que pueda complementar mi colección de Memín Pinguín.

Estrellitas fluorescentes pa’ poner una constelación en mi cuarto.

Un póster chido de El extraño Mundo de Jack.

Dulces y chocolates, chocolates y dulces.

Una rosa de esas que venden los darks: de color morado, con naturaleza muerta y toda la cosa.

Tarjetas de felicitación, cartitas y discos caseros (de esos como los que yo quemo con canciones bien cursis).


Y para que vean que la China no es solamente una “material girl”, ahí les va una lista con los 15 deseos más importantes:

Pasar mi cumpleaños con mi familia y amigos.

Que Mon Ice le ponga una buena madrina al Mezcalero Asesino.

Ver a Claudia vestida de a “rosita fresita”.

Otro “piqui-nique” con Sara, Lupe, Gade, Diana y Brenda.

Repetir uno de esos días en que Claudia, Carlos, Arturo y yo nos la pasábamos platicando a mitad de la explanada.

Que Vlado cumpla la promesa que él ya sabe.

Revivir la experiencia de trabajar en equipo con Cris y Alex, son los mejores compañeros.

Pasar todos mis cumpleaños con mi amiga Paola.

Darle un abrazote a mi amigo Turok, el mejor jugador de americano en el mundo.

Muchas reuniones con Vanessa y sus amigos psico-locos.

Aventarme aunque sea un palomazo, ya que mi intento por ser vocalista se frustró durante todo este año.

Una tarde de bici-pumas con Dolores, Betina, Alin y Magos.

Que algún día alguien me componga una canción o que, de perdida, me hagan un cover punketo de Penélope.

Hacer mi tesis y convertirme en periodista y profesora.

Muchos domingos familiares.

*** ¡Ah! Se me olvidaba, también deseo continuar conociendo Bloggeros, es muy divertido e interesante. Además, espero que Moqo deje de tacharme de cursi… Moqo, ¡Te quiero!



You’re beautiful
James Blunt

My life is brilliant.
My love is pure.
I saw an angel.
Of that I'm sure.
She smiled at me on the subway.
She was with another man.
But I won't lose no sleep on that,
'Cause I've got a plan.
***
You're beautiful.
You're beautiful.
You're beautiful, it's true.
I saw your face in a crowded place,
And I don't know what to do,
'Cause I'll never be with you.
***
Yeah, she caught my eye,
As we walked on by.
She could see from my face that I was,
Fucking high,
And I don't think that I'll see her again,
But we shared a moment that will last till the end.
***
You're beautiful.
You're beautiful.
You're beautiful, it's true.
I saw your face in a crowded place,
And I don't know what to do,
'Cause I'll never be with you.
***
You're beautiful.
You're beautiful.
You're beautiful, it's true.
There must be an angel with a smile on her face,
When she thought up that I should be with you.
But it's time to face the truth,I will never be with you.