viernes, noviembre 12

Cry, Ophelia... it's the only thing to do sometimes


Di tanto, con tanta prisa, que al final me quedó un hueco, en algún lugar entre el estómago y el pecho… en algún lugar… Y ahora me asusto un poco al preguntarme qué me hace distinta de otras, qué podría hacer que alguien se fijara en mí y no en las demás… y está implícita la interrogante de quién soy.

No puedo ofrecer más de lo que tengo. No puedo más que esperar, como me lo decía mi abuela, como lo dice mi madre, como lo dicen las amigas… esperar, con lo que odio la espera. Esperar a que ocurra una especie de milagro… esperar encontrarme... conmigo... para que las circunstancias “fluyan” como deben.

Y me encierro en mis cuatro paredes, mucho más altas de lo que algunos podrían imaginar; aún no aprendo a vivir conmigo. Tanta fragilidad a veces me da asco, tanto miedo a veces me ahoga… Dejar de intentar como estrategia de último momento, porque hay quienes dicen que las cosas llegan cuando uno menos se aferra.

Tiempo transcurrido con personas diferentes: películas, viajes en auto, cafés… algún beso robado… tratos inapropiados, descuidos de ésos que duelen… El resto del tiempo caminando por la calle, sola… pensando. Y esa manera en que más de uno me ha mirado, para después preguntarme si estoy bien, mientras yo asiento con la cabeza, ausente… porque hay momentos en que quisiera estar lejos y viajo con la mente.

Tengo un diario electrónico, un diario, como las adolescentes… una parte de mí se niega a madurar. Y en ocasiones lloro, sin tanta vergüenza, porque supongo que todos lloramos alguna vez… Y supongo también que todos nos enamoramos alguna vez, y que nos equivocamos cientos de veces, y que volvemos a comenzar millones de veces.

Me detengo en mi lugar común, con el sueño de encontrar al amor de mi vida, de formar una familia, de tener un hijo… Me detengo en mi lugar común, mientras observo cómo se aman mis padres, cómo los amigos comienzan a hacer vida en pareja, mientras me pregunto dónde estaré en un par de años.

Quizás es tiempo de buscar ese hueco y llenarlo, de sanar… quizás es tiempo de tomar un respiro. Quizás es tiempo de descansar un poco, de aceptar errores y de pensar… Porque todos a veces lloramos y, luego, cuando la angustia pasa, volvemos a intentar.

Cry, Ophelia
Adam Cohen

Something went wrong,

you're not laughing,

It's not so easy now to get you to smile.


You gotta be strong,

to walk these streets

and keep from falling,

but when you're not, just let yourself cry.

You've been working hard,

just trying to pay the rent,

tryin' to draw the line between who you are and who you invent.

But if you throw a stone,

Something's gonna shatter somewhere.

We're all so fragile,

we're all so scared.

You say you wanna learn how to live your life without tears,

but we've been trying to do that for thousands of years.

So go on and cry Ophelia,
it's the only thing to do sometimes.

You know I'm crying too,

right there with you.
It's alright, Ophelia,
everybody cries.

Thank god for my bad memory,

I've forgotten some of the stupid things that I've done,

I've come to a little wisdom through a whole lot of failure,

so I watch more carefully what rolls off my tongue.

You pray for rain,

but you don't want it from a storm.
Yeah, you find a rose

and cut your finger on a thorn.
So go on and cry, Ophelia,

it's the only thing to do sometimes.

You know I'm crying too,

right there with you.
It's alright, Ophelia.

Everybody cries, Ophelia,

it's the perfect thing to do sometimes,

you know I'm crying too, right there with you

It's alright, Ophelia,

everybody cries, Ophelia,
cry, Ophelia,

I'm crying too, right there with you,

it's alright, Ophelia,

everybody cries…

lunes, noviembre 1

De la muerte en días "festivos"

A mi abuela le gustaban las ofrendas… a mí ya no tanto. ¿A dónde irán los muertos? ¿En qué creemos? ¿En qué creemos cuando al final de sus días alguien nos dice que siente un terrible miedo porque no sabe si después de morir habrá algo más, porque le teme al dolor y a lo desconocido?


Ya no creo tanto en los rituales. Sé que una parte de la persona se queda con los suyos, que se aloja en el corazón de quienes la amaron… pero la muerte ya no significa para mí lo mismo que antes… no significa lo mismo que cuando mi abuela y yo encendíamos las veladoras o comíamos pan de muerto juntas: ella ya no está aquí.


Todos hemos dicho más de una vez “cuando yo me muera…”, y de repente un día abrimos los ojos y la muerte es una realidad. La muerte ya no es calavera de azúcar, ni cempasúchil, ni folclor… La muerte es muerte, es caja con cenizas, es llanto de ése para el que parece no haber consuelo.


Pero lo hago por si acaso. Por si acaso mi abuela viene… por si de alguna manera la llamo con el pensamiento mientras hojeo su libro viejo de recetas, mientras tomo entre mis manos un rosario que alguna vez ella tuvo entre las suyas… mientras le pido una disculpa por no haberle dicho que le tenía miedo al cáncer, pero que, por sobre todas las cosas, la amaba.


Y quizás dentro de algunos años yo tenga un nieto o una nieta, y entonces le diré que pongamos una ofrenda, que a mí me gustan, que es una tradición heredada en la familia. Le diré que “cuando yo me muera” no quiero que llore, ni que piense demasiado en el final de la existencia… Le diré que le dejo mis discos… y un libro viejo de recetas, y un rosario que eran de mi abuela.