domingo, agosto 17

Mejores amigas

Mi mamá dice que no podemos ser amigas, que madre e hija no pueden serlo; es una de tantas cosas en las que no estamos de acuerdo. Yo pienso, siento, que ella es la mejor amiga que puedo tener, la mejor persona con quien puedo compartir… la mejor…

Marisa siempre ha estado ahí para mí: cuando estoy bien y cuando estoy hecha un mar de llanto. Al borde de algunos precipicios me ha dado un empujón que, lejos de provocarme una caída lamentable, ha fortalecido mis alas para volar… aunque suene cursi.

A pesar de tener sus propios problemas, sus propios asuntos, mi mamá siempre se ha dado el tiempo de enseñarme a ser feliz; me ha enseñado a darle valor a los pequeños momentos y a los grandes logros, me ha enseñado a enfrentar los miedos y a intentar todos los días hacer de este mundo algo mejor.

Mi mamá es esa amiga que dice incluso las cosas que no quiero escuchar, esa amiga que jamás sentirá envidia ante lo que, bien sabe, he logrado con mucho esfuerzo; es esa amiga que no necesita adoptar una pose para parecer interesante o “de mundo”… las personas maravillosas no necesitan nada de eso.

La vida a veces es complicada… confusa… y todos necesitamos alguien en quien confiar, en quien apoyarnos. La vida también es maravillosa… sorprendente… y todos necesitamos alguien con quien descubrirla…


¡Gracias, mamá, por ser la mejor amiga que tengo… la mejor en todo!