jueves, diciembre 31

Balance

Eso de que “lo que empieza mal termina mal” es bastante subjetivo. La mayoría de los sucesos en la vida dependen de nosotros, salvo muy contadas excepciones… lo digo por experiencia.


Inicié el año mal, con el duelo por la muerte de mi abuela y mi amor propio perdido en algún lugar del limbo… con un trabajo poco prometedor y el corazón hecho trizas. Aún así no me di por vencida. Y sé que el final de año no es momento de reclamaciones, pero es que esta no es una… es sólo mi punto de vista.


Creo firmemente que nadie tiene derecho a decidir por nosotros, que nadie tiene derecho a hacernos objeto de sus “caridades”… creo que lo más difícil en este mundo es elegir.


Elegir sin juzgar a nuestros padres que en algún momento quizás fueron imperfectos, elegir sin anteponer determinadas circunstancias que nos marcaron con el dolor, elegir sin culpar a alguien que no nos ama, o que nos decepciona… Elegir con la plena convicción de que somos responsables de lo que nos ocurre.


Incluso después de cometer un error tenemos la oportunidad de “re elegir”, de transformar lo que no nos gusta y de transformarnos. No dependemos de lo que otros quieran, nadie se queda con “algo” de nosotros, a menos que así lo deseemos. Todo es menos complicado cuando reconocemos qué es lo que nos hace infelices.


A veces es sencillo actuar impulsivamente; satisfacer algo inmediato y primario… pero a veces también eso nos vuelve menos humanos. Sé, por experiencia también, que un momento de satisfacción puede ser la causa de media existencia atormentada… de una sensación de amargura que se prolonga por días.


Pero con un poco de valor todo puede cambiar... con ahínco…


El año mejoró, no hubo predestinamiento. Estuve rodeada de personas que me ayudaron mucho, quizás sin saberlo; crecí con ellas. Aprendí a disfrutar a mi familia, porque el tiempo corre y un día todo cambia inesperadamente… Por fin me deshice de una pesada carga emocional.


Y cuando alguien pretende abrir capítulos cerrados, recurro a mi fuerza de voluntad, a la confianza que me tengo. Y no pido nada con las manos vacías, no necesito “favores”. Corro a toda velocidad, en dirección opuesta a lo que me lastima… ¡No más, no más!


Lo que empieza mal puede terminar de otro modo: aprendemos a levantarnos. Luego podemos darnos la oportunidad de comenzar bien y concluir aún mejor. Este año para mí inicia perfecto y espero, de todo corazón, que así sea para las personas a quienes amo y para quienes me leen.


¡Feliz 2010!

miércoles, diciembre 23

Ínfulas de rica

De haber sabido que en esa estética (de diseño de imagen, bla-bla) cobraban tan caro, no sólo hubiera aceptado "algo de beber"... ¡hubiera exigido un wisky en las rocas!

jueves, diciembre 17

Brevísimo

Qué más da… tengo derecho. No soy la más “linda”, ni la más “llamativa”, pero puedo echar un vistazo… Mi pecho se ocupa y se desahoga con facilidad, aún no hay nada oficial. No creo en los cuentos de hadas, pero tampoco quiero seguir creyendo en los melodramas que me invento.


No pierdo nada con intercambiar una sonrisa y actuar como una tonta, mientras tú presumes tus habilidades. Ya habrá otro momento para pensar en lo adecuado. A veces me siento torpe; lo peor del asunto es que eso me hace feliz. Y te apareces por mera formalidad, porque así lo requieren la circunstancias.


No espero que pienses nada de mí… no espero que creas que soy maravillosa después de un par de días en los que tan sólo hemos hablado lo necesario para llevar a buen término un asunto impersonal. Tengo una imaginación poderosa, pero no lo suficiente como para doblegar mis inseguridades.


Total… que ya mañana todo regresará a la normalidad.

miércoles, diciembre 9

Mejor que lo de antes

Cualquier cosa es mejor que lo de antes… hablar de lo que sea… pedirle a alguien que me invite a salir. La sensación de tranquilidad comienza a ser más constante, cualquier cosa es mejor que antes… soy libre.


Quienes dijeron que con el correr de los días la tristeza aminoraría tenían razón. A veces siento que ya casi se me olvida, o al menos de repente ya se me olvida que en un principio me obligaba a olvidar. Todo está bien. Camino por la calle sin hacerme tantas preguntas, en espera de algo nuevo, distinto de lo poco que estuve acostumbrada a recibir.


No es que haya borrado parte de mi pasado… más bien he entendido que los ciclos concluyen. Algunos terminan de manera abrupta e inesperada, mientras que otros están en lo más profundo de nosotros y debemos resolverlos. Y de repente se acaba, sin tantos rituales: un día uno se levanta y sabe que concluyó… lo siente.


Los espacios que se van vaciando… las memorias contenidas que se van disolviendo… la vida que no se detiene. Ha pasado más de una vez, pero sigo adelante. Las cosas cambian, con el tiempo he comprendido que necesito algo firme, “verdadero”, que de poco me sirve desperdiciar mi existencia para luego sentirme vacía.


Fue sencillo engañarme… cómodo. Cómodo eso de no exigir nunca nada, cómodo eso de no recibir nunca nada. Fue cómodo pensar que “las cosas son así”. Y pretenderme tan falsa, creyendo que soy como la mayoría… capaz de utilizar a alguien… ¿para qué?


Son lecciones que uno aprende después de llorar un rato, después de equivocarse… Y de nuevo me siento en el derecho de buscar, de imaginarme con alguien más, alguien que reciba con naturalidad todo lo que yo le pueda ofrecer.


Hoy compré un té chai, jamás lo había probado. Y también compré aquel primer disco de Reik cuyas canciones me traen viejos recuerdos. Pensé que sería un martirio, pero hoy puedo reírme al traer a mi mente un montón de memorias de cuando me enamoré como una adolescente, de cuando esperaba con el alma en un hilo la llamada telefónica que casi nunca llegaba.


En aquel tiempo todo era distinto. No tenía yo un trabajo y el disco de Reik, para qué mentir, era pirata, ja. No sabía con exactitud qué sería de mi vida, tenía poco dinero, pero mucho tiempo para salir con los amigos, caminar sin rumbo y compartir. Ya no soy la misma de aquellos años.


Hoy hago lo que me gusta, vivo haciendo lo que me apasiona… a veces me escapo en breves viajes… y a diario intento conocerme de a poco. Hoy cualquier cosa es mejor que lo de antes; no ese “antes” que abarca todo, sino ese frangmento de “antes” que, por cobardía, me provocaba profundo dolor…



** Cursilería infinita… ¡que me regalen un “osito de peluche”!


Primera cita

Chris Syler


Camina a mi lado, no te pongas vergonzosa,

sólo toma de mi mano, iremos donde tu quieras.


Y así es mi amor, transparente y sincero,

y suave como el otoño.

Y así es mi amor, serás la reina en la cima

y la dulzura en mi vida.


Esta es la primera cita, y quiero que sea perfecta,

te entrego un ramo de rosas, y un osito de peluche.


Y así es mi amor, transparente y sincero,

y suave como el otoño.

Y así es mi amor,

serás la reina en la cima y la dulzura en mi vida.


Como quisiera besarte, pero arruinaría el momento,

total yo sé que mil besos me darás,

cuando yo sea tu dueño.


Y así es mi amor, transparente y sincero,

y suave como el otoño.

Y así es mi amor,

la reina en la cima y la dulzura en mi vida.


Y así es mi amor, transparente y sincero,

y suave como el otoño.

Y así es mi amor,

la reina en la cima y la dulzura en mi vida.