sábado, diciembre 31

Yo no olvido al Año Viejo

Sí, sí, mi Blog es ñoño, y seguramente el tema de este post será aún más ñoño; es más, quizá rebautice a este sitio con el nombre de El ñoño mundo de Penélope… ni modo, que soy feliz en mi ñoñería.

El 2005 está a punto de extinguirse… Ni bueno ni malo, no lo califico; lo que sí puedo decir es que fue un año único y significativo: aprendí importantes lecciones, reforcé lazos afectivos, conocí nuevas personas, emprendí proyectos... El año que termina me dio la oportunidad de reencontrarme conmigo misma.

12 meses de continuos esfuerzos, de estira y afloja… 12 meses de pelea, de obstinada fe… Y estoy contenta, porque viví cada día con intensidad, porque dije lo que quería decir, porque acompañé a quien tenía que acompañar. Me arriesgué, unas veces me fue muy bien, otras no tanto, pero no me quedé con las ganas.

Y todo por eso, ahí les va el clásico Recuento del 2005, un listado de acontecimientos que pasarán a la posteridad:

Lo malo: Fedor (mi hermoso perro labrador) se perdió.
Lo bueno: Un mes después, ¡lo encontramos!
Lo peor: El muy maldito, hace rato, masticó mi llavero fluorescente de la suerte.

Lo malo: No había tenido unas vacaciones familiares en toda mi vida.
Lo bueno: Nos fuimos a Veracruz y, por primera vez, conocí el mar.
Lo peor: Todos se quejaban por el calor y porque sólo comíamos pescado y mariscos, ¿les dice algo la palabra Ve-ra-cruz?, jajaja.

Lo malo: Nunca había publicado, y eso que estudio periodismo.
Lo bueno: Por primera vez publiqué, eso fue en la revista Fem.
Lo peor: Que, por razones varias, ya no publiqué otro escrito en el 2005.

Lo malo: Mi profesora Toibe se enfermó.
Lo ¿bueno?: Me estrené como profesora interina.
Lo peor: Me gustó tanto la experiencia que ya me siento toda una profa.

Lo malo: Me enamoré y me mandaron a la goma.
Lo bueno: Ya lo superé y estoy en periodo de abstinencia.
Lo peor: Siempre digo lo mismo… y no aprendo, jajaja.

Lo malo: Mi padre me sigue viendo como su “niñita”
Lo bueno: Aflojó con dos que tres permisos fiesteros.
Lo peor: Ahora, cada que puede, me echa en cara que “hago lo que quiero”, ja.

Lo malo: Durante este año tuve una vida medio sedentaria.
Lo bueno: Me aventé dos maratones con los cuates.
Lo peor: En ambas ocasiones, estuve a punto de ser vencida por "personas adultas en plenitud”, jajaja.

Lo malo: Oficialmente, he dejado de ser estudiante.
Lo bueno: Comienzo “una nueva etapa” en mi vida.
Lo peor: Ahora, paso a ser pasante.

Lo malo: Estuve a punto de cerrar mi Blog.
Lo ¿bueno?: A la mera hora me arrepentí y aquí sigo.
Lo peor: Parece que habrá Extraño Mundo de Penélope para rato.

Lo malo: Tenía como cuatro años que no besaba a nadie (sé que es un poco vergonzoso, pero ya qué).
Lo bueno: Mis alumnitos solucionaron el problema.
Lo peor: Ya me quedé picada con ese asunto…

Lo ¿malo?: No me puse ni una buena briaga.
Lo bueno: Mi sobriedad me permitió burlarme de las ridiculeces ajenas.
Lo ¿peor?: Nunca me puse borracha durante mi época de estudiante.

En fin, estos y muchísimos otros momentos se quedan en el recuerdo del 2005. Gracias a los protagonistas de un año de historia: familia y amigos; gente común y corriente que por instantes tocó mi vida.

En esta ocasión, un enorme reconocimiento a todos aquellos que me acompañaron en mi primer año en la experiencia del Blog; gracias a todos aquellos que visitan este espacio y quienes, a su vez, me han dado la oportunidad de conocer un poco de su vida.


Good Ridance (Time of your life)
Green Day

Another turning point, a fork stuck in the road.
Time grabs you by the wrist, directs you where to go.
So make the best of this test, and don’t ask why.
It’s not a question, but a lesson learned in time.
It’s something unpredictable, but in the end is right.
I hope you had the time of your life.
***
So take the photographs, and still frames in your mind.
Hang it on shelf of good health and good time.
Tattoos of memories and dead skin on trial.
For what it’s worth, it was worth all the while.
It’s something unpredictable, but in the end is right.
I hope you had the time of your life.
***
It’s something unpredictable, but in the end is right.
I hope you had the time of your life.
It’s something unpredictable, but in the end is right.
I hope you had the time of your life.
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En esta foto estoy con mi profesora Toibe y con
los alumnos de la clase de Géneros Periodísticos III. Adivinen... ¿Dónde está la China?

domingo, diciembre 25

Prevenida con mi carta

Queridos Reyes Magos:

Sin duda, este año he sido una buena niña. Me he comportado como gente decente y hasta he refinado mi lenguaje… ¡con una chin..da!. He soportado a mis vecinos los traileros, he contenido mis ganas de cometer un atentado terrorista en su contra… Hoy por hoy soy la China, virgen y mártir de Iztapalapa.

Sí, me cepillo los dientes tres veces al día y siempre me lavo bien detrás de las orejas cuando me baño. Otra de mis buenas conductas fue no contestarle nunca a mi profa la Paca, por más chafas que fueran sus argumentos en clase; opté por darle el avión… He sido buena, muy buena, lo juro…

Y esta vez no quiero unos patines, ni ropa… tampoco quiero que se mochen con la de Puebla, no. Este año quiero algo mucho más específico y espero que mi idea quede clara: quiero un Accion man. Sí, sí, sí… quiero mi propio hombre de acción, quiero un Accion Man sexy y atractivo.

Lo sé, pensarán que soy bien “guarra”, pero ni modo, habrán de comprender que las necesidades cambian, ¿no? Que se entienda bien: no quiero al hombre de mis sueños con un moño, no quiero a mi “príncipe azul”; lo que yo quiero es un tipo sensual para distraerme un rato.

No se confundan, tampoco me subestimen, ¿eh? Un wey cualquiera me lo puedo conseguir yo sola, el caso aquí es que no espero nada por debajo de sus capacidades y súper poderes. Digo, bien podría ser un Johnny Deep o un Orlando Bloom, de perdida un Robbie Williams, pero en versión heterosexual, para que me baile Tripping.

En fin… sólo me resta agradecerles de antemano y recordarles que aún tienen una oportunidad para reivindicarse después de que jamás pudieron traerme el karaoke que tanto quería (¿ya vieron cómo quedé?, ¿quién me paga la terapia para sobrellevar mi complejo de rock star frustrada?).

Con el cariño de siempre…

Penélope, la China

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¿Un desfile de vacas? Manchester, Nueva York, Estocolmo, Moscú, Londres, Tokio, Barcelona... MÉXICO. El Paseo de la Reforma es escenario de la pasarela: ¡Vacas, vacas y más vacas!

domingo, diciembre 18

Anuncios... Anuncios

Claudia acostumbra comprar la revista Tiempo libre y yo aprovecho la situación para pegarme mis buenas divertidas... Y no es que siga las recomendaciones culturales, es más bien que soy fan de una sección en especial: "Nortes".

Me ataco de la risa, con frecuencia esto ocurre en el transporte público, cuando ambas vamos camino a la Universidad. Claus se asombra porque yo me río hasta que me duele la panza, me río al borde de las lágrimas; mi excusa es la de siempre: "Tú disculparás, pero la neta yo soy bien simplona".

Y como no quiero que mi amiga se sienta excluida, entonces opto por compartir mi lectura con ella: "Mira este anuncio, está buenísimo", y procedo a leer:

Extravaganza Erotic Lounge, lo que a la pareja opend mind le gustaría ver: "Chicas de calendario" contra "Latin lover's chipendale". Un espectáculo aumentado y recargado, para gente de primer mundo, para hombres, mujeres y parejas. Sin discriminación de sexos. 91162582. ¡Atrévete!

Aunque a Claudia le parece gracioso, lo cierto es que, con frecuencia, no le provoca la misma emoción que a mí; unas veces me da el avión y otras sólo dice: "Ay, Penny, no sé cómo te gusta leer eso". Entonces continúo con la "constructiva" actividad, pero esta vez elijo anuncios más interesantes:

Fernando, Macho veracruzano apiñonado, musculoso, 25 años. Varón discreto (herramienta grande). 24 horas: 0445515908157.

Jaime, superdotado (21 cms), atlético, guapo. Instalación sur. 0445517067365.


"Oráles con el wey ese de la 'herramienta grande'. Grande, eso es muy relativo... aunque el tal Jaime se siente orgulloso de sus 21 centímetros", le digo a Claudia en tono burlón. "Ni es tanto. Debe haber alguno con más centímetros", me responde riendo. Entonces hago una tercera revisión, un tanto más escrupulosa.

"Sí, en efecto, aquí hay un candidato. Se llama Aarón y es un atractivo acapulqueño candente. Aquí dice que es 'morenote', atlético y dotadísimo; presume sus 22 centímetros. Eso sí, le gana a Jaime por un centímetro, pero un centímetro, pues es un centímetro..."

No me canso de leer "Nortes", de hecho, leo los anuncios cada que puedo, cada que Claudia me hace favor de prestarme su Tiempo libre. De hecho, este "finísimo" pasatiempo me ha llevado a inventarme mi propio choro, en el caso de que yo misma quisiera anunciarme:

Penélope (suena glamouroso mi nombre, ¿no?, ja), morena candente, refinada, dotadísima. Una experiencia distinta. Llama y comprueba... 56 94 6...

Y ya que ando tan perversa, pues me viene a la mente el estribillo de una rolita de las Spice Girls: "I wanna make you holler, and hear you scream my name/ I’ll give you rules to follow, so you can play my game /Imagine us toghether, me driving you insane/You will give it to me, don't be afraid to play my game..."

lunes, diciembre 12

Mi regreso oficial

Hoy estoy lista para declararlo públicamente: superé mi depresión. Todo terminó, he vuelto a ser la China. De nuevo tengo mis incontenibles ataques de risa y ya no me dan ganas de guacarearme cuando me cepillo los dientes, ja. Y muero de ganas por regresar a la reporteada, muero de ganas por salir a la calle a darle al periodismo.

Será quizás que “toqué fondo”. El momento más under fue sin duda el dichoso viernes 2 de diciembre; ese viernes comprendí que no puedo dejar de ser yo misma. Durante los últimos cuatro años y medio de mi vida he luchado por alcanzar una meta, pero sin dejar jamás de lado aquello en lo que verdaderamente creo.

No soy mejor ni peor persona, simplemente soy yo; puedo cambiar algunos pequeños detalles, pero jamás podré suprimir aquello que es inseparable de mí. Y es curioso cómo algunas personas suelen “aceptarme” bajo la ingenua idea de que con el tiempo llegarán a descubrir mi “lado B”. No hay tal.

Sonará noño, pero gran parte de mi recuperación se la debo a aquel beso que me aceleró la hormona. ¿Conclusión?: la vida es corta y hay muchos tipos atractivos a quienes besar. Ha sido demasiada seriedad últimamente, a mis 22 años aún me queda mucho por conocer y por aprender; estoy dispuesta a darme nuevas oportunidades.

Por otra parte, creo que me equivoqué al intentar forzar la situación cuando lo que en verdad necesito es alguien que me acepte tal cual, alguien que no intente cambiarme… cuando lo que en verdad necesito es alguien que respete mi independencia y que me apoye en mis decisiones. El día que me comprometa, quiero que sea con alguien que esté dispuesto a arriesgarse conmigo.

Y fue fácil equivocarme, fueron muchas cosas a la vez: mi miedo a la soledad, mi falta de carácter para enfrentar la vida, mi poca capacidad para manejar mis emociones… Ahí estaba yo, “complicada y aturdida”, buscando en alguien más las respuestas que ni yo misma podía encontrar.

Pero, como diría José José, “ya lo pasado, pasado…”. Se vienen las vacaciones navideñas, tengo un par de reuniones y estoy muy contenta porque durante este año gocé de un trabajo que, si bien no es el mejor remunerado, puede considerarse formal. Aprovecharé estos días de descanso para salir con los amigos, aprender a cocinar y convivir con la familia.


Más fuerte de lo que pensaba
Aleks Syntek

Hoy me llevo bien con mi soledad
Puede ser mejor el quererme más
Pues así, ya no te estoy pensando
No podrás romper mi corazón
Ahora yo quiero vivir conmigo
Sin preocupación
***
Soy yo, más fuerte de lo que pensaba
Sin mí, ahora viviría en la nada
Soy yo, más fuerte de lo que pensaba
Sin mí, ahora viviría en la nada
***
Todo olvidaré, sin guardar rencor
Sólo habrá atención donde esté mi voz
Sólo así, quiero seguir soñando
Y poder latir mi corazón
Ahora yo, quiero vivir conmigo
Sin preocupación
***
Soy yo, más fuerte de lo que pensaba
Sin mí, ahora viviría en la nada
Soy yo, más fuerte de lo que pensaba
Sin mí, ahora viviría en la nada...

martes, diciembre 6

Un ViErNeS 2 De DiCiEmBrE

Ahí estaba yo, abandonada en el Eje 8, a las nueve y cuarto de la noche, SOLA. Era la última noche del último semestre de la licenciatura y a mí me atormentaba un sentimiento de frustración.

Los amigos se quedaron ebrios en la fiesta, yo tenía en mente un plan cursi que nunca se cumplió… Lo único rescatable fue platicar con Gade y Diana, bailar con Cristina y Alex , y reírme con los comentarios sarcásticos de Javier; eso sin contar la gracia que me produjo el excesivo complejo de culpa de Berenice, ja.

Ante lo riesgoso de la situación, me vi precisada a treparme en el primer micro que pasó, uno que me dejaría en el Metro Escuadrón 201. Fue entonces que comenzó uno de esos extraños malviajes que, pareciera, sólo a mí me ocurren.

El chofer del micro, un tipo como de unos 24 años, recordó que yo le había preguntado si me dejaba en Rojo Gómez: “¿Oye?, tu vas para Cerro de la Estrella, ¿no? Yo paso por ahí, si te conviene, ahí cerca te dejo”.

Y la inconsciente de la China accedió. Me quedé ahí, sentada, mientras aquel muchacho quitaba el cartel. En el micro sólo estábamos él y yo, no obstante, la situación no me provocó miedo; extrañamente, él me inspiraba cierta confianza…

Andaba medio triste. Derramé un par de lagrimillas, las cuales sequé discretamente. Mientras tanto, el chofer se adentraba por aquellas angostas callecitas que daban la impresión de convertirse en un laberinto. Fue entonces que dio inicio una breve conversación:

— ¿Desde dónde vienes?
— De División del Norte
— Órale… ¿Y vienes de la chamba o de la escuela?
— De la escuela
— ¿Estudias en un CETIS?

Yo sonreí, aquel comentario me produjo mucha gracia.

— No, estudio en la Universidad, en la UNAM
— ¿Neto? ¡Qué chido! ¿Y qué estudias?
— Estudio Periodismo…

En ese momento me dio por contarle mi vida a un extraño:

— De hecho, hoy fue mi último día de clases, hoy terminé los créditos de la carrera.
— Supongo que vas a armar un pachangón, ¿no?
— Pues… después de casi cinco años, no estaría nada mal
— Órale… Pues, ahora, a buscar chamba, ¿no? No me digas que ya tienes chamba…

Ambos nos miramos. Observé la sonrisa dibujada en su rostro y el brillo en su mirada, me detuve en su gesto apacible.

— Periodismo… -dijo en voz baja- Periodismo… -y se quedó pensando-

En el cruce de Rojo Gómez y Ermita se terminó mi viaje:

— Pues aquí te dejo, ¿va?
— Muchas gracias
— No, de nada
— En serio, muchas gracias –sonreí-

Ya estaba muy cerca de mi casa. Tomé otro microbús y caminé por las mismas cuadras de siempre. Mientras tanto, una lluvia de ideas bombardeaba mi cabeza. Una noche poco común, yo concluía el último semestre de la carrera, mientras tanto, un joven casi de mi edad regresaba a su casa, volvía de trabajar como chofer de un microbús…