miércoles, junio 29

¿El plástico tiene caducidad?

Después de un plato de cereal (de esos aritos de colores alucinados), dos quecas, dos vasos de Coca-Cola y un poco de gelatina de fresa —ese fue mi ligerito desayuno—, me dio por ponerme nostálgica y meditabunda…

Aún recuerdo las chorrocientas generaciones de Menudos (ya saben, desde Angelo, hasta Sergio Blas, pasando por Ricky Martin). Este verano me trae a la mente una de sus rolas: “Bésame en la playa, bésame en la arena/Hasta que la tarde muera y suba la marea/Bésame en la noche y contemos las estrellas/Quédate conmigo hasta que amanezca…”

Timbiriche, semillero de grandes talentos como Eduardo Capetillo, Bibi Gaytán y Erick Rubín, fue uno de los grupos más famosos, no en balde que el cover de Muriendo lento de los Moderatto sea todo un éxito: “Quizá no sientas lo que yo sentí/Quizá no hay lágrimas ni miedo/Tal vez no piensas ni un momento en mí/Tal vez hay alguien en tus sueños…”

Caso aparte es Magneto, ellos sí que marcaron historia; filmaron una película y duraron años de gira de “despedida”, lo bueno es que ya se retiraban, ¿no? ¡Lo peor!, se la pasaban mintiendo acerca de su edad y cantaban A la puerta del colegio cuando Elías estaba a punto de quedarse calvo y Mauri ya no sabía ni qué untarse en las “patas de gallo”. ¡Chalessss!

Y yo me pregunto, ¿qué es lo que deparan los tiempos futuros?, ¿el pop plástico tiene una fecha de caducidad? ¡Horror! Estamos viendo morir a los últimos elefantes blancos de este género. El apocalipsis se aproxima, primero fue la separación de OV7 y, ahora, por si no fuera suficiente con los problemas en el Medio Oriente, Kabah amenaza con dejarnos.

Por Diosito que yo no invento, llegué a conocer personas locas que soñaban con tener un over all amarillo y se la pasaban cantando: “Encontré el amor, no hay nadie que lo pueda negar/ Voy a decirle al mundo es para mí/Encontré el amor, no hay nadie que lo pueda robar/Voy a gritarle al mundo eres para mí…”

Confieso que en mi adolescencia cometí graves pecados, uno de ellos, ser fan de Mercurio (sé que con esto perderé respeto, ni modo). ¡Ah, cómo me molestaba que dijeran que Danny era gay! Todavía conservo mi disco Chicas chic; quién lo iba a decir, actualmente ser “chic” es “la neta”: “Chicas por arriba, chicas por abajo/Chicas que vienen por ahí de todos lados…”

Lynda está desaparecida, una vez dijeron que había muerto de anorexia (no se preocupen, fue un rumor); Tierra Cero se acabó. ¿Qué nos queda?, bueno, pues está RBD, Uff y Jeans (otro recuerdo, alguna vez me gustó un wey que se llamaba Pepe: “Pepe, no te has dado cuenta todavía/Que te amo/Pepe, ya no quiero sólo ser tu amiga/No seas malo…”).

Quizá es hora de dejar de lado las agrupaciones y apostarle más al "talento" individual, ahí están Belinda y Natalia Lafourcade… ¡El pop plástico por siempre!

1 comentario:

Chitiva dijo...

Nunca me había puesto a analizar que el pop está en decadencia. Al principio me alegré, y mucho, pero...

Si el pop muere... los rockers a quíen van a odiar... en qúe concierto podré ver a niñas lindas, sí vanales y un poco safadas pero lindas....

qué discos le regalaré a mi hermana en sus cumpleaños... a qúe estaciones voy a criticar... y lo peor sería ver a alguno de la nacademía, incluyendo la yolete, como el mejor producto del pop.

¡Venga Pop! y, para no sentirme tan extraño, ¡Que viva el rock and roll!