domingo, junio 19

Vengo de allá... De UN MUNDO RARO

Exceso de tareas escolares, virus en la máquina, pésimo servicio de Internet… La causa de una prolongada ausencia en el Blog es sin duda de carácter multifactorial…

Y aquí voy, ataco de nuevo. Las vacaciones comienzan y estoy dispuesta a divertirme, a conocer nuevos lugares y nuevas personas. El verano del 2005 será para recordarse; es mi último verano como estudiante oficial y una de las últimas oportunidades para vivir de forma despreocupada.

Durante mi distanciamiento del Blog experimenté varias lecciones de esas que la vida nos da cuando menos lo esperamos. ¿La más importante?: Algunas cosas llegan cuando uno menos se lo espera y, otras, simplemente no llegarán porque no nos corresponden.

Reforma… Me atormentaron, sufrí, sudé, entré en crisis… recuperé mi identidad y sigo siendo yo, la China. No fui seleccionada para el Taller de Periodismo, pero aprendí mucho y de un jalón. No era para mí, supongo que tanta inteligencia en una sola persona les asusta. ¿Darme por vencida?... ¡Jamás!, como dicen las series gringas: “To be continued…”

Pero no todo pintó tan “pior” porque, sin que siquiera lo imaginara, fui seleccionada para recibir un estímulo económico por mi desempeño académico. Cuatro años de “noñés” tenían que parar en algo bueno algún día, ¿no? En fin… quién sabe qué es lo próximo que me depara el destino, con eso de que tengo una existencia bastante extraña…

Platiqué con el buen Alex, a quien le agradezco su paciencia en los momentos de conflicto existencial. El tema de conversación fue mi drama personal: conocí a alguien a quien no le interesa conocerme. Aclaro que mi propósito no es amoroso, mucho menos sexual.

No importa si me quemo “gacho” el día de hoy, pero cito a los “filósofos” de Reik, quienes reflejan claramente mi situación en una de las estrofas de su rola Qué vida la mía:

“Sólo quiero conversar
Sólo quiero conocerte
Dame un poco de tu tiempo para convencerte
Yo sólo quiero ser tu amigo
Y me muero por salir contigo…”

Pero las cosas no siempre son como uno las quiere, ni como uno las planea, a eso me refería cuando dije que “hay cosas que simplemente no llegarán porque no nos corresponden”. Pero nada de eso importa ya, el mundo continúa; lo bueno es que no soy de esas personas obsesivas y atormentadas, desde mi punto de vista eso sólo representa una pérdida de tiempo.

Agradezco los buenos momentos, la emoción y las expectativas que hicieron de los días pasados algo menos monótono que los trabajos finales. Me la pasé muy bien. Lo único malo es que padezco de un síndrome difícil de comprender: soy demasiado sincera, exageradamente concreta y sumamente impaciente.

Y así es como se cierra un capítulo en El extraño mundo de Penélope. Decepcionada no estoy; confundida, tal vez. Es difícil comprender al sexo opuesto, menos mal que Alex y Gade no son tan complicados…

3 comentarios:

Gade Herrera dijo...

Wow, pensé que la china dormitaría por largo largo largo tiempo en la red y el día de hoy me encuentro con que está de regreso... y eso me agrada.

Sabes China, no sé a que se deba esto de las decepciones, yo lo atribuyo a la chingada ola de calor que actualmente nos achaca y parece desaparecer... sólo parece.

POr cierto, gracias por decir que Alex y yo somos re' fáciles y poco complicados...

Jejejeje

Jejejejejejejeje

Jejejejeje (pausa para tomar aire) jejejeje

Saludos desde Gadelandia.

es mi nombre Berenice dijo...

Tal vez no debería comentar en tu blog por aquello de las ofensas y las atribuciones, pero ya lo han manifestado, soy cínica y ya ni modo.

Pues, yo creo que es despiste, mucho despiste. Lo sé, porque conviví largo tiempo con ese despiste. Ya sabes.
Uno no puede saber tan joven (como eres) qué no te corresponde de la vida o qué sí, a saber.
Entonces yo creo que a veces esas cosas cruciales tardan mucho, y no se sabe que son cruciales hasta que se vuelven cruciales después de largo tiempo, pero se presiente en ellas algo crucial. Tú sabes.
Bueno, me voy, espero no incomodarte ni incomodar a tus lectores. Eres libre de borrar mi comentario.
Saludos.

Mandarina dijo...

Y si quieren saber de mi pasado
es preciso decir una mentira, les diré que llegué de un mundo raro, que no sé del dolor, que triunfé en el amor y que nunca he llorado...

Saluditos afectuosos