Debemos creer en algo, aunque sea difícil, aunque algunas personas a quienes queremos a veces nos decepcionen… debemos seguir creyendo, como cuando éramos pequeños, como cuando entregamos nuestro corazón por primera vez… hay que creer.
Hay que creer en el poder del amor, en los milagros, en las palabras dulces que nos abrazan el alma… aunque todos digan que es fácil ir por la vida indolentes, que no hay necesidad de sentir. Hay que hacer cosas pequeñitas, y tocar la vida de alguien más… darle sentido a la nuestra.
Es imprescindible creer para seguir adelante, para tener fuerzas y luchar… para no cargar con un pecho hueco, vacío. Hay que dar lo mejor siempre; con entereza, como si el mañana no existiera, como si este fuera el último suspiro. Hay que seguir adelante, aunque a veces alguien nos lastime.
Amar… lo que tenemos, lo que somos, lo que nos regalan. Aun el dolor más profundo sana si tenemos fe. Comenzar de nuevo, una y otra vez; reafirmar cada día lo que somos, desvergonzadamente, cínicamente… con pasión. Y en el momento más caótico, cuando nos sentimos más solos, aferrarnos a lo que llevamos dentro.
Mover al mundo, movernos con el mundo… despertar. Creer, como antes de que unos cuantos nos dijeran que es imposible, como cuando tuvimos nuestros primeros sueños, empapados de infinitas posibilidades. Cruzar miradas y saber que vale la pena, que podemos hacer lo impensable, lo extraordinario.
Yo creo, aún después de zambullirme en la tristeza… salgo a flote y lleno mis pulmones de aire: doy pelea. Creo que todo puede ser mejor, que en mucho depende de mí… creo que es justo compartir con el mundo un poco de lo que otros me han obsequiado. Creo, sencillamente, que hay motivos.
Y ahí voy de nuevo, con mis esperanzas, con las promesas por cumplir. Quizás mañana no haya tiempo, quizás yo ya no esté, pero hoy… aquí… yo decido hacer lo que siento, y darme la oportunidad.
4 comentarios:
En efecto, la vida es un gran acto de fe.
Muy bello Pen. ¡Qué gusto!
:)
La fe como los sueños hacen falta, sin ellos para qué, para qué cualquier cosa.
Fe necesito en estos días, se acaba de ir del país Bones y mientras yo perdido por este país yendo de extremo a extremo y perdiéndome con ellos tus nuevos post.
Por ahora regálame un poquito de tu fe, para pensar en un bello futuro.
Creo que sí.
Un breve hobbit.
sin duda yo creo en que la flama de la estufa caliente y tueste mi pan blanco...la mermelada es más que un acto de fé, es un acto.
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