lunes, julio 31

Ne-ne-ne-ne-ne, ¿Qué vas a ser... cuando seas grande?

¿Estrella de rock and roll? ¿Presidente de la nación?...
***
Cuando sea grande quiero ser “intelectualoide de la izquierda”… Quiero manifestarme con plantones y vivir en una carpa con horno de microondas y televisión para ver la novela de las cinco; quiero insultar personas impunemente y utilizar la violencia para imponer mi opinión cuantas veces sea necesario. Cuando sea grande quiero olvidar dos de los valores más fundamentales: la libertad y el respeto.

Cuando sea grande quiero dedicarme a hablar, y hablar y hablar, pero espero jamás verme en la penosa necesidad de tener que ACTUAR. Quiero hacerme de un vocabulario vacío, carente de significados; quiero aprender discursos de memoria y comportarme como autómata que únicamente sabe repetir lo que otros dicen, o escriben. Quiero manipular información y regodearme pensando que lo sé todo, que no necesito aprender de los demás.

Quiero hablar de pobreza y miseria de vez en cuando, mientras me quede tiempo para temas más importantes como lo último en moda; mientras tenga tiempo de ir y venir por los centros comerciales para alimentar mi afán consumista. Quiero hablar de hambre y sufrimiento siempre y cuando no tenga que anteponer mis ambiciones personales, mientras no tenga que sacrificar mis reuniones sociales.

Cuando sea grande quiero ser burócrata y quejarme del sistema del cual formo parte. Quiero abogar por cambios radicales, siempre y cuando eso no signifique suprimir mi cómodo estilo de vida, mientras continúe recibiendo mucho por trabajar poco. Quiero que las cosas cambien, pero “na’ más tantito”, no vaya a ser que a alguien se le ocurra que tengo responsabilidades con el país en el que vivo.

Quiero ser privilegiada y recibir educación a nivel superior sin tener que valorarla. Quiero usurpar el lugar de alguien que, armado de conocimientos, lucharía para transformar su realidad, nuestra realidad; quiero llegar a la conclusión de que el mundo es una basura y que, por eso, no vale la pena poner en práctica todo lo que tuve oportunidad de aprender. Quiero ser tan desvergonzada como para aceptar que me convertí en universitaria sólo por cumplir con un rol social.

Cuando sea grande quiero culpar a todo y a todos de mis frustraciones e insatisfacciones personales, después quiero ir por la vida buscando un mecías que me solucione la vida sin tener que esforzarme. Quiero ser tan ingenua como para no darme cuenta de que a todos aquellos quienes buscan el poder los mueve la ambición y el deseo incontenible de tener cada vez más influencia sobre los demás.

Quiero dármelas de “incluyente”, quiero presumir de mi gran “apertura”. Quiero exigir respeto sin tener que darlo; quiero burlarme de aquellos que profesan una religión y tienen fe en su propio Dios, quiero llamarlos fanáticos o “mochos”. Quiero decir que tengo la verdad absoluta, esa misma verdad que pronuncian aquellos quienes, por el simple hecho de ser figuras públicas, tienen más autoridad que un simple ciudadano.

Cuando sea grande quiero vivir en la “tranza” y formar parte de la corrupción. Quiero quejarme del fraude electoral mientras yo cometo la estafa más grande que puede existir: vivir a medias, vivir sin sueños. Quiero pensar que basta con repetir las mismas viejas y gastadas consignas; quiero estar segura de que no hay necesidad de salir a la calle con el único propósito de hacer algo bueno por los demás.

Cuando sea GRANDE… ¿Eso quiero? NO LO CREO. No me importa si estoy equivocada, pero yo prefiero contribuir, aunque sea con un poquito, a que la situación cambie; prefiero hacer todo lo que esté en mis manos para que la actual situación se transforme en algo mejor, no sólo para mí, sino para todos los que la vivimos. Lo más importante, lo primordial, es mostrar coherencia entre nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones.

jueves, julio 20

Sin retorno

Abrió bien los ojos, no podía creer lo que estaba mirando. Era tan real… todos esos momentos, aquellas tardes, los sueños y las promesas. Su corazón comenzó a latir fuerte, como si fuera a salírsele del pecho; sintió que un nudo le apretaba la garganta, mientras que una lágrima rodaba por su mejilla.

Le gritó, le dijo que no era justo, pero ella huía tan de prisa que no había tiempo para escuchar razones. Ella reía sin emitir sonidos, como en una película muda, y él sólo podía ver sus gesticulaciones y el vacío en su mirada, sólo eso. Ambos corrían hacia ninguna parte, él siguiéndola y ella intentando escapar de la realidad.

Estuvo a punto de tocarla, pero sus manos sólo lograron cortar el aire. Estaba ahí, era un espectro que le sonreía. Por un instante se detuvo y la contempló extrañado… fue entonces cuando se dio cuenta de que nada volvería a ser igual. Nada podría cambiar el presente, todo había terminado y ahora ambos lo sabían.

Él le dijo que la comprendía, que no había nada qué perdonar; de pronto se sintió aliviado del peso de los remordimientos y del rencor. Juntos reconstruyeron, uno a uno, los buenos tiempos; los tiempos en que aprendieron juntos, los tiempos en que crecieron juntos. El repentino final nunca fue culpa de nadie, así tenía que ser.

Por unos minutos le fue imposible distinguir entre la realidad y el sueño, pudo sentir el placer de estar justo en esa frágil línea. Con los ojos ya cerrados la estrechó fuerte, entonces sintió el frío… no había pulso ni respiración. Con tranquilidad la dejó ir, no quedaba más por hacer. Aquella historia ya estaba muerta y los muertos no pueden volver.



Be a man
Aqua

The world is quiet,
like there is no one around,
but I feel you beside me
I know the secrets,
you keep locked away inside
Don't understand why you're fighting
***
I know she must be special,
this new girl by your side
I seek for answers when I look into your eyes,
And it hurts like hell but, I will be strong
***
For once in your life, be a man
Just tell me the words, 'cause I know that you can
Don't leave me with scars that no one can heal
For once in your life, be a man
***
You made me love you,
love you right from the start
You're controlling my heart, babe
Don't pack your bags yet
Give me time to say goodbye (Say goodbye)
Just don't leave me wounded
***
No, I just hope you will regret the things you do
Come back to me,'cause our love is the real thing
And it hurts like hell, but I will be strong
***
For once in your life, be a man
Just tell me the words, 'cause I know that you can
Don't leave me with scars that no one can heal
For once in your life - be a man
***
I knew that I,
I fought to keep our love strong
If you leave me now,
you come running back for more, babe
And I hope for, and I wish for,
and I pray, that the words from your mouth can,
eventually make you a man
***
For once in your life,
be a man...
When everything stops -
for a minute in your life,
I'll hope that,
for once in your life, be a man
(be a man)
Just tell me the words, 'cause I know that you can,
Don't leave me with scars,that no one can heal
***
For once in your life - be a man
Be a man...
Tell me the words...
Once in your life...
Be a man...
Tell me the words...

martes, julio 18

¡Ya basta!

Ya basta de insultos, ya basta de enfrentamientos de hermanos contra hermanos… ¡BASTA! Que se den en la madre entre políticos y dejen de utilizarnos como sus títeres. Ellos en sus altas cúpulas repartiéndose el poder mientras que el pueblo se convierte en una ola de fanáticos que tiran puñetazos a ciegas.

Sí, sí… tiempos electorales… contiendas… Todo mundo saca a relucir trapitos y hasta hay quienes prescinden del “compló”, pues solitos se ponen la soga al cuello. Ya ven al carnal de Tintan, ¿o más bien del Peje?, ese que se auto agasajó con una boda que fue todo menos austera. Esperemos, “por el bien de todos”, que no se esté acostumbrado a las reunioncitas de la high.

Y cómo está de loco el mundo y de tergiversados los valores que ahora resulta que se puede predicar con todo, menos con el ejemplo. Y hasta eso que a Marcelo le falta clase y buen gusto, ¡miren que ponerse a comer pan enfrente de los pobres! Me pregunto qué hubiera pasado si su fastuoso enlace matrimonial se hubiera llevado a cabo antes de las elecciones del 2 de julio.

Muy bien, una boda sin duda es un hecho que marca la vida de cualquier persona, pero digo yo, ¿tan necesario era rentar el Museo José Luis Cuevas? Ahí va Marcelo de mitotero al zócalo para después recoger los presentes de su “mesa de regalos”… Me hubiera gustado obsequiarle la recámara Oyasumi en roble blanqueado que tanto le gusta, pero ni de chiste logré juntar los 17 mil 346 dólares.

Pero si ya lo decía yo (y muchos miles de mexicanos), todos los partidos y todos los políticos tienen “cola que les pisen”; por eso no es bueno endiosar a nadie, ni mucho menos andar creando a nuestros “mártires de la democracia”… Hay que aprender a observar; como diría el sabio felino cósmico, hay que aprender a “ver más allá de lo evidente”.

Por eso que a mí no me vengan con “izquierdas”, que para el caso nos tranzan igual que las “ultraderechas”. Me resulta asqueroso y repugnante que miembros de un partido que aboga por los pobres se regodeen en este tipo de fiestas ¿Hasta cuándo vamos a abrir los ojos? ¿Hasta cuándo tomaremos conciencia de nuestra realidad, una realidad que día con día vivimos todos los mexicanos?

Creo yo que ya deberíamos dejar de velar por los intereses de los partidos y buscar el bienestar de México. MÉXICO, un país que abraza al norte y al sur, un país que necesita de TODOS para crecer. Creo yo que ya deberíamos dejar de actuar como enajenados que sólo escuchan lo que quieren escuchar, que únicamente ven lo que unos cuantos les quieren mostrar.

Yo creo en mi país, creo en la gente que trabaja y que se esfuerza, creo en la gente que es capaz de tenderle su mano a quien lo necesita; creo en esa gente que lucha porque la situación cambie. YO CREO. Creo que es posible, creo que, además de informarnos y debatir, hay que ACTUAR. Creo que debemos cumplirle a México, pero sobre todo, cumplirnos a nosotros mismos.

Si le va mal al presidente, sea quien sea, le irá mal a MÉXICO; si seguimos con un congreso dividido será imposible satisfacer las necesidades de todos los mexicanos. Si seguimos así se cumplirán los vaticinios catastrofistas de todos aquellos fracasados que rezan porque este país se hunda, y todo porque no son capaces de construir un futuro mejor. Si no logramos cambiar, en verdad todo estará perdido.

No es asunto de partidos, se trata de que juntos seamos capaces de acabar con la corrupción, con el hambre y la pobreza; se trata de que como ciudadanos asumamos nuestra responsabilidad y seamos capaces de hacer algo más que quejarnos diariamente. Se trata de vencer nuestros miedos y construir un mejor país, no sólo para nosotros, sino para las generaciones que vienen.

viernes, julio 7

Memoria gráfica (favor de leer abajo)






La China en su Palacio

Fue una semana difícil, una semana de trabajo duro. Hubo peleas, regaños, diferencias… pero al final todo salió bien.

Siempre fui espectadora, hasta esta vez. Como encargada y personal único del departamento de prensa registré a más de 60 medios de comunicación interesados en cubrir el concierto de clausura de Tu Rock es Votar A.C.; además, redacté boletines de prensa, notas para la página de Internet, cartas y no sé cuántos documentos más.

Durante cinco días llegué a mi casa pasadas las diez de la noche y sufrí. Viví en carne propia la presión y el estrés del “mundo real”, del trabajo. Se templó mi carácter y aprendí de mis errores, ahora sé algunos secretos de esos que jamás nos revelan en las clases de periodismo.

Llegó el sábado 24 de junio y por primera ocasión formé parte de un staff. Esta vez el brazalete fue plateado y con él tuve acceso a backstage (camerinos y barra libre de Bacardí), sala de prensa, explanada y zona A durante el concierto.

En la puerta 12 del Palacio de los Deportes recibí a fotógrafos y reporteros, por fin pude conocer a todos aquellos con quienes conversé vía telefónica. Algunos me hicieron bromas, otros me obsequiaron ejemplares impresos de cortesía y uno de ellos hasta me pidió que me quitara la playera para regalársela.

Mi trabajo fue el mismo de 3:00 a 6:30 de la tarde: acreditar medios. Me perdí de las presentaciones de Gruis Spectra, Perros Celestes, Cohete y Disidente. Eso sí, alcancé a treparme en la camioneta con los de Volován, quienes me regalaron un autógrafo.

Mientras me tomaba un refresco en los camerinos Rosso de Plastilina Mosh pasó a mi lado y Big Metra regresaba de la sala de prensa. De Las Víctimas del Doctor Cerebro aún no se sabía nada, pero Lino Nava de La Lupita ya había llegado y se tomaba fotos con medio mundo.

De repente recibí una llamada al celular, los reporteros rezagados reclamaban mi presencia: Nicolas (free lance francés) y el equipo de Telemando Dallas. Regresé corriendo para alcanzar el set de Plastilina Mosh y lo logré; fui feliz coreando La nalguita, Te lo juro por Madonna y Peligroso pop.

Mientras me paseaba por los camerinos le pedí un autógrafo a Ernick de Cohete, quien por cierto es uno de los varios conocidos que le debo a la tesis. Más tarde me fui a la sala de prensa para tomarme una foto con El Ranas de Las Víctimas del Doctor Cerebro; no pude evitar sentirme ruborizada mientras él me cantaba una canción que yo no sé si se inventó o, sencillamente, yo no me sabía.

Tras el escenario, todo el equipo TREV comenzaba a festejar el éxito logrado: Armando, Pepe, Jako, Lumix, Pino, Andrés, Leo, Ale, Bárbara, Joe, Alonso, Adriana, Amanda, David, Lucio, Priscila, Claudia, Alex y yo. Llegaron los abrazos y las felicitaciones mutuas acompañados de brindis y bromas.

De nuevo a la barra para pedir refresco con vodka cuando se me acercó Israel, el manager de Cohete. Platicamos un rato de mi tesis, del ambiente del concierto, de su trabajo y de Tu Rock, de vez en vez él me acariciaba el cabello y ponía énfasis en mi condición de “china”.

Disfrutamos con el Ja ja ja de La Lupita, además de los éxitos Hay que pegarle a la mujer y Paquita Disco. Lino Nava se lució en el escenario mientras que el vocalista seducía a más de una con su interpretación llena de energía. Me dio gusto encontrarme con mi amiga Vanessa y poder disfrutar con ella aunque fuera por un rato.

La banda sorpresa encargada del cierre fue The Client, un trío de atractivas mujeres originarias de Londres. Quizás muchos ya no se quedaron a escucharlas, pero quienes lo hicieron disfrutaron de un atractivo espectáculo. Fue gracioso, cuando me fotografié con ellas, la más alta (como de 1.80) no paraba de reír mientras repetía “It’s very funny”, refiriéndose, claro, a mi poca estatura.

Terminó el gran día, ese que tanto estuvimos planeando. Nos trepamos al escenario y, antes de que comenzaran a desmontarlo, nos tomamos las fotografías del recuerdo. La mayoría nos moríamos del cansancio, pero eso no fue impedimento para que nos la siguiéramos en El Pasagüero.

Gracias a quienes me acompañaron en un día tan importante. En especial gracias a todos aquellos que, más allá de festejar y disfrutar del chupe gratuito, han compartido conmigo todo este proceso; la borrachera cualquiera se la agarra, pero los “cuates, cuates” se distinguen.

Palacio de los Deportes: misión cumplida. Una vez más el equipo de Tu Rock es Votar demuestra de lo que es capaz. ¡Felicidades a todos!

martes, julio 4

“La Ciudad Des-esperanza”

Estoy molesta, encanijada… estoy “que me carga pifas”. Disculparán entonces que en este post vomite las viseras y haga berrinche.

Venía yo bien dormida en el metro, en el asiento que da a la ventana; fue un día difícil y aún no había cenado. Me regocijaba yo en mi sueño cuando una mano sacudió mi hombro pidiéndome, casi exigiéndome, que le cediera mi asiento a alguna de las dos mujeres que cargaban un niño en brazos.

“Pero si este no es el lugar designado”, pensé. Sin embargo, toda adormilada, me levanté de mi asiento. Un sentimiento de furia me invadió ante lo que consideré un acto aprovechado, más aún cuando uno de los asientos reservados lo ocupaba la clásica vieja chismosa que finge demencia.

Iba yo a reclamar, pero me di cuenta de que la “vengadora social” que me despojó de mi lecho provisional era una mujer embarazada. Pero, ¿Tenía yo que levantarme?, ¿era mi obligación? Ni modo, me ganó la educación, la convicción de que vale la pena ser solidaria con los demás.

¿Aquella mujer se imaginó en algún momento que yo venía cansada por un día de trabajo duro? ¿Acaso se imaginó que madrugué y salí de mi casa sin haber ni siquiera desayunado? ¿Sabía que el mismo derecho que tienen ella y las mujeres con niños de brazos lo tengo yo?

Más tarde, de pie entre la multitud que me apretujaba, caí en cuenta de que no debía estar molesta con nadie; ninguno de los presentes era culpable de que los habitantes del Distrito Federal tengamos que viajar hacinados cuales reses que van al matadero. Caí en cuenta de que no podía señalar a nadie, porque todos sufren a diario lo mismo que yo.

Esto es la realidad, esto es vivir en “la ciudad de la esperanza”, una ciudad en donde se construyen segundos pisos, pero no se invierte en el trasporte público. Y los habitantes de la “bella, noble y leal Ciudad de México” tenemos que desplazarnos en un metro que se para cinco minutos en cada estación y en microbuses con asientos achaparrados y fierros salidos por todas partes.

No sólo me quejo porque este es mi Blog, sino también porque es mi derecho constitucional como ciudadana (soy una mayor de edad que se gana la vida de un modo honesto); y porque en una democracia, más allá del gobierno de la mayoría, existe la posibilidad de que cada individuo exprese su opinión.

Me angustia pensar que nos estamos acostumbrando a vivir como infrahumanos. Me molesta ver cómo es que no hacemos nada para exigir nuestros derechos y expresar nuestras necesidades. Las grandes obras viales son, la mayoría de las veces, puentes que conducen de una franja privilegiada a otra, y que sirven para negar la carencia de servicios en las zonas más necesitadas.

Así es, ni a mí y ni a mi familia nadie nos regala nada. No pueden comprarme con una pensión, ni con una beca, tampoco con un crédito para la vivienda. Y me pregunto si esta es la solución para nuestros problemas, me pregunto si no es más correcto darles a las personas la oportunidad de ganarse la vida de un modo digno, sin recurrir a las dádivas.

¿Qué diferencia hay con aquellos tiempos en que se compraba la simpatía con una torta o un refresco? Debemos exigir, porque el hecho de que nos “regalen” algo de ninguna forma significa que “todo está bien”. No se trata de gestos de bondad, sino de actos de justicia social; si nos remontamos al más puro socialismo, se trata de que “a cada quien le corresponde según su esfuerzo”.

Sí, claro… tal vez no soy miembro del Frente Popular Francisco Villa, ni manejo un taxi pirata; tampoco pinto bardas durante las marchas, ni me robo la electricidad con un “diablito”. No. Soy sólo una de las tantas personas que viven al margen de la legalidad y que creen que la violencia jamás se justifica.

Quizás la diferencia estribe en que soy universitaria; estoy orgullosa y me siento afortunada, pero sobre todo, muy agradecida. Sé que tengo una responsabilidad, porque gocé de una educación que me fue brindada por el Estado, con recursos generados por todos los mexicanos. Hoy sé que hay que utilizar la inteligencia y la sensibilidad para tratar de construir un mejor país.

Expreso mi opinión porque siempre he sido coherente entre lo que hago y lo que digo. Tuve la oportunidad de un primer empleo burocrático en el que me pagarían bastante por hacer nada, pero lo rechacé, y hoy comprendo que hice lo correcto. De nuevo lo digo, soy afortunada porque tuve la oportunidad de elegir, estoy consciente de que existe quienes no tienen la posibilidad de hacerlo.

¿De qué sirve la demagogia y el discurso de “la izquierda” si seguimos viviendo igual? No importan las banderas, sino las acciones, el trabajo en beneficio de la ciudadanía. Además, hace falta que dejemos de ser niños y nos hagamos responsables, que asumamos nuestro papel activo y participativo.

Vuelvo a la educación, porque ésta hace la enorme diferencia. La educación como herramienta que nos permita mejorar nuestro entorno y el de los demás. Habría que dejar de ser egoístas y darnos la oportunidad de poner en práctica nuestros conocimientos al servicio de quienes lo necesitan; los títulos educativos no sólo sirven para adornar paredes.

La democracia es mucho más que debate y análisis sesudo. La democracia es la oportunidad que todos tenemos de participar desde nuestra propia trinchera. Está claro, la batalla discursiva a veces pesa demasiado; los verdaderos héroes son aquellos que logran materializar lo que para otros serían sólo sueños, aquellos que tienen fe y esperanza.

¿Esperanza? ¿Cómo es que hay quien se atreve a manosear una palabra como esta, colocándola en un slogan que vende mercancía política?; la esperanza no es un sol azteca. La esperanza son todos y cada uno de los habitantes que trabajan la ciudad, que enfrentan sus obstáculos, pero que la aman y le dan vida a través de su esfuerzo diario.


En algún lugar
Duncan Dhu

En algún lugar de un gran país
Olvidaron construir
Un lugar donde no queme el sol
Y al nacer no haya que morir

Y en las sombras mueren genios
Sin saber de su magia
Concedida sin pedirlo
Mucho tiempo antes de nacer

No hay camino que llegue hasta aquí
Y luego pretenda salir
Con el fuego de el atardecer
Arde la hierba

En algún lugar de un gran país
Olvidaron construir
Un lugar donde no queme el sol
Y al nacer no haya que morir

Un silbido cruza el pueblo
Y se ve un jinete
Que se marcha con el viento
Mientras grita que no va a volver

Y la tierra aquí es de otro color
El polvo no te deja ver
Los hombres ya no saben si lo son
Pero lo quieren creer

Las madres que ya no saben llorar
Ven a sus hijos partir
La tristeza aquí no tiene lugar
Cuando lo triste es vivir