Últimamente vivo en continua melancolía… a excepción de los breves destellos de sarcasmo en el trabajo, de las bromas con los amigos, o de las veces que me pongo a bailotear mientras escucho a Celia Cruz. Y todos los días me digo que no es tan malo, que sólo estoy en proceso de cambio… espero que para bien.
Y hoy, en honor a la verdad, debo decir que me siento profundamente triste y decepcionada. Hoy quiero darme el lujo de exteriorizar mi desilusión, aunque esto sea signo de debilidad. Porque, aunque no piense en ello todo el tiempo, me incomoda… porque cuando pasa por mi mente siento un hueco en el estómago, y en el pecho.
Más allá del juego de “la víctima y el victimario”, creo que en esta vida liarse con alguien puede tornarse salvaje y doloroso. Las palabras se las lleva el viento, las promesas no valen nada: la gente miente… sólo por el placer de mentir. Y hoy estoy aquí, desarmada, preguntándome cómo permití que pasara, cómo fui tan ingenua.
Y no existe ni siquiera el valor suficiente para golpear de frente, directo a la cara… todo se reduce a la cobardía y sus consecuentes suposiciones: ¿dónde está?, ¿qué pasó?, ¿cuándo terminó el engaño?… Me pregunto por qué la gente no es capaz de decir lo que siente, lo que piensa. Quizás mañana todo acabe de tajo y jamás habremos tenido el coraje suficiente.
Conformarme con sus inconsistencias habla de mi inestabilidad emocional… de mi miedo a la soledad. ¿Él qué dice?: ¿habrá hallado alguna satisfacción?, ¿su historia con final infeliz fue tan intensa como esperaba? Detesto mi claridad de conciencia, y detesto experimentarla justo ahora, adherida a un sentimiento que se torna violento.
Revuelto todo: su necedad por aferrarse al pasado, mi nostalgia por algo que nunca existió, su malsana obsesión de doblegar mi voluntad, mi falta de decisión… Puede quedarse con el recuerdo de aquella noche lluviosa, puede quedarse con dos rosas blancas y un agapando… yo ya no quiero nada.
La gente supone que lo sabe todo: actuar con madurez, aceptar los errores propios, olvidar, satisfacer necesidades inmediatas, ocultar la angustia… ¿Y qué más da si soy humana?: una parte de mí puede odiar, mientras otra se lamenta… y a veces se me humedecen los ojos… y sueño e imagino… aún me queda esperanza.
Debo asumir mis decisiones, permití que volviera; pero no pienso, encima, castigarme. No pienso adjudicarme sus errores. No pienso fingir que soy “buena”, que comprendo… Y todo pasará, como pasó hace un par de años… dolerá cada vez menos… Él esperará que yo olvide lo patético que resulta creer en sus argumentos.
Y cuando necesite recordar cómo se siente que alguien lo quiera de verdad, querrá volver… Yo… yo no cometeré el mismo error una vez más.
Bonus track
Y hoy, en honor a la verdad, debo decir que me siento profundamente triste y decepcionada. Hoy quiero darme el lujo de exteriorizar mi desilusión, aunque esto sea signo de debilidad. Porque, aunque no piense en ello todo el tiempo, me incomoda… porque cuando pasa por mi mente siento un hueco en el estómago, y en el pecho.
Más allá del juego de “la víctima y el victimario”, creo que en esta vida liarse con alguien puede tornarse salvaje y doloroso. Las palabras se las lleva el viento, las promesas no valen nada: la gente miente… sólo por el placer de mentir. Y hoy estoy aquí, desarmada, preguntándome cómo permití que pasara, cómo fui tan ingenua.
Y no existe ni siquiera el valor suficiente para golpear de frente, directo a la cara… todo se reduce a la cobardía y sus consecuentes suposiciones: ¿dónde está?, ¿qué pasó?, ¿cuándo terminó el engaño?… Me pregunto por qué la gente no es capaz de decir lo que siente, lo que piensa. Quizás mañana todo acabe de tajo y jamás habremos tenido el coraje suficiente.
Conformarme con sus inconsistencias habla de mi inestabilidad emocional… de mi miedo a la soledad. ¿Él qué dice?: ¿habrá hallado alguna satisfacción?, ¿su historia con final infeliz fue tan intensa como esperaba? Detesto mi claridad de conciencia, y detesto experimentarla justo ahora, adherida a un sentimiento que se torna violento.
Revuelto todo: su necedad por aferrarse al pasado, mi nostalgia por algo que nunca existió, su malsana obsesión de doblegar mi voluntad, mi falta de decisión… Puede quedarse con el recuerdo de aquella noche lluviosa, puede quedarse con dos rosas blancas y un agapando… yo ya no quiero nada.
La gente supone que lo sabe todo: actuar con madurez, aceptar los errores propios, olvidar, satisfacer necesidades inmediatas, ocultar la angustia… ¿Y qué más da si soy humana?: una parte de mí puede odiar, mientras otra se lamenta… y a veces se me humedecen los ojos… y sueño e imagino… aún me queda esperanza.
Debo asumir mis decisiones, permití que volviera; pero no pienso, encima, castigarme. No pienso adjudicarme sus errores. No pienso fingir que soy “buena”, que comprendo… Y todo pasará, como pasó hace un par de años… dolerá cada vez menos… Él esperará que yo olvide lo patético que resulta creer en sus argumentos.
Y cuando necesite recordar cómo se siente que alguien lo quiera de verdad, querrá volver… Yo… yo no cometeré el mismo error una vez más.
Bonus track
Hummersqueal
No quiero estar,
cerca de ti.
No quiero estar,
sin decidir,
sin esperar,
ni recibir.
Así es como eres tú…
Así es como eres tú…
Y si piensas que
yo cambiaría...
Y si algún día
yo volvería...
Y si piensas que
yo volvería...
Y si algún día
yo volvería...
No quiero estar,
cerca de ti.
No quiero estar,
sin decidir,
sin esperar,
ni recibir.
Así es como eres tú…
Así es como eres tú…
Y si piensas que
yo cambiaría...
Y si algún día
yo volvería...
Y si piensas que
yo volvería...
Y si algún día
yo volvería...
4 comentarios:
wenas yo por aki... tenia rato sin pasar i habia quedado de no solo pasar sino tambien firmar... y no es ke no te lea... es ke no me siento con animos de comentar... Maldito karma. Odio cuando la tristeza mas grande viene del recuerdo mas bello.
Nadie queremos estarlo... ese es el problema...
Auf Wiedersehen
Hola Penélope!
Me sorprendió verte el otro día en la calle, supongo que andamos por el rumbo y justo hoy que me doy la vuelta por tu espacio me encuentro con algo que yo quise decir y según yo lo dije pero en mi estilo chafa-chafísima. En fin, tal vez es un sentimiento generalizado (y creeme que en el transcurso de ayer a hoy he hablado con otras 2 mujeres de lo mismo!!)
Tal vez sea también la angustia del fin del mundo, el año electoral, la sequía de hombres decentes, tal vez la edad, bueno no sé, y lo malo de uno es eso de querer encontrarle soluciones y respuestas a todo, yo no tengo ninguna, pero la verdad ya me estoy cansando y me dejo llevar.
Por lo demás espero estés muy bien, yo aquí actualizandome en tu blog.
Saludos!
Ánimo. Hay gente culera y el resto.
Me interesa lo de su propuesta; veremos qué se puede hacer.
Un abrazo. Yo me siento así de jodida desde mayo pasado, pero trato de no pensar en eso. Y cuando llega, disfrutarlo como cuando te exprimes un barro (perdón por la comparación, pero no se me ocurrió otra cosa).
Otro abrazo!
ay, chinita de mi vida y de mi amor....
yo la quiero harrrto y escribe bien bonito usted
Publicar un comentario