Qué perspectivas profesionales tiene un joven que estudie en la Facultad de Filosofía y Letras o en la de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM? ¿Podría ser contratado en empresas como Unilever, Nokia, Sony o Cemex? ¿Querría? ¿Está preparado para agregar valor económico o para generar empleos?
Durante la única conferencia que dicté en uno de los auditorios de la UNAM, años atrás, recuerdo que los estudiantes me escuchaban con cara de no entiendo nada, como si les estuviera hablando de otro planeta. Yo les hablaba de liderazgo empresarial, y les puse ejemplos de Bimbo o Sabritas. Yo he dado clases por años, y no tengo problema para comunicarme en un lenguaje claro con quien no domina la materia de negocios. El problema estaba del otro lado.
Los numerosos ejemplos de estudiantes de esas facultades, empezando por El Mosh y aderezado esta semana por Lucía Andrea Morett Álvarez —la estudiante mexicana herida en el campamento de las FARC en Ecuador—, deberían merecernos reflexiones serias sobre los programas académicos, las habilidades conceptuales y —en todo caso—, el adoctrinamiento de que son sujetos algunos jóvenes en esas aulas.
Ojo. El problema no está en la disciplina, pues hay exitosos egresados de licenciaturas afines que se emplean en agencias de investigación de mercados o que se insertan en procesos creativos en corporaciones que gustan de nutrirse de talento diverso, multiplicando las posibilidades que les brindan los egresados de las facultades de negocios o economía.
No. El problema está en la intención profesional con la que egresan varios jóvenes de esas facultades. Quieren romper el mundo, no construirlo. Uno, que está en el mundo de los negocios, se puede topar con un dentista transformado en publirrelacionsta teniendo éxito, prosperando, aunque no fue en lo que originalmente estudió. Pero no es común hallar un filósofo de la UNAM inserto en el mundo de los negocios. ¿Por qué será?
En Estados Unidos es numeroso el grupo de filósofos o egresados de escuelas de arte que luego estudian un MBA. ¿Su propósito? Hacer negocios. Prosperar. Aquí, sin embargo, los exportamos a los campamentos guerrilleros latinoamericanos. ¿Por qué es ese su destino?
*** Lo que acabamos de leer es la columna Cubículo estratégico, de Carlos Mota del jueves 6 de marzo (información que mi amigo Gade tuvo a bien compartir conmigo). Ante lo cual, la China, como egresada de la UNAM, hace uso de su derecho de réplica, al menos en su pequeño y extraño espacio:
Señor Mota (porque de periodista, al menos en esta columna, no tiene nada), para empezar, le agradecería que fuera más específico con sus datos: ¿de qué conferencia habla?, ¿en qué año la “dictó”?, ¿en qué facultad?, ¿en qué auditorio?... porque así nada más como una anécdota de su vida, pues mejor debería comenzar con un “querido diario”.
Contrario a lo que usted expresa, creo que sí tiene problemas para comunicarse, y no me refiero a “dominar la materia de negocios”, sino a establecer con claridad sus ideas con base en argumentos coherentes y concisos. En resumen, usted escribió su artículo con el hígado y eso no tiene nada de asertivo. Por lo que entiendo de su “sesudo” análisis, ahora resulta que a usted, pobre víctima, nunca lo comprendieron, y que “el problema es de los otros”, qué curioso.
Ahora bien, ¿los demás ejemplos (que no son ni el Mosh ni Lucía Andrea Morett Álvarez), que opinión le merecen?; los grandes científicos, pensadores e investigadores que ha generado la UNAM… ¡Ah, que usted no los conoce! Dele gracias al cielo que no todos somos “empresarios” (según su concepción), porque, póngase a pensar, ¿cómo es que funcionaría este mundo?
Usted “cree” (como cuando va a misa) que los estudiantes de la UNAM vamos a la aulas para que nos “adoctrinen”… usted cree que, como en los tiempos de la teoría de la aguja hipodérmica, es posible “lavarle” el cerebro a un ser humano; es decir, usted desmerita nuestra capacidad de reflexión y de análisis… ¿con qué derecho?
Noto que para usted la disciplina equivale a emplearse en agencias de investigación o de mercado, o insertarse en “corporaciones”… de nuevo con su tendencia reduccionista. No especifica, no da ejemplos, con una frase lo dice todo. Correcto, es una columna, su columna, pero podría entregarle a sus lectores algo mejor, ¿no le parece?
“El problema está en la intención profesional con la que egresan varios jóvenes de esas facultades. Quieren romper el mundo, no construirlo”… Me presento: Mi nombre es Penélope Martínez Zepeda, tengo 24 años y llevo más de dos trabajando; he sido profesora adjunta, voluntaria en una asociación civil, jefa de un departamento de prensa, redactora publicitaria y correctora de estilo. Muchas de mis actividades las desempeño como profesionista independiente.
Quizás no soy, como usted lo expone, “una dentista transformada en publirrelacionista teniendo éxito”, pero estoy orgullosa de ejercer la profesión para la cual estudié y, a la vez, diversificar mis áreas de oportunidad laboral. Si es que usted aún no se ha encontrado con un filósofo inserto en el mundo de los negocios es quizás porque no ha tenido el gusto de conocerlo, o por muchísimas otras razones de las cuales no habla en su columna.
Es por gente como usted que la convivencia en nuestra sociedad se vuelve cada vez más complicada; es por gente como usted, que generaliza y que prejuzga. ¿Sabe?, he tenido la enriquecedora oportunidad de trabajar con egresados de la Ibero, del Tec, del ITAM, así como de otras universidades que, como la UNAM, son públicas; en asuntos de trabajo eso no tiene la menor importancia, sino los resultados.
Lamento decirle que el destino de los universitarios es otro. Lamento decirle que quienes estamos en la constante búsqueda de oportunidades tenemos el coraje suficiente para enfrentarnos a todos los obstáculos, incluido el mal uso que "analistas" como usted hacen de los medios de comunicación y la falta de responsabilidad y ética de quienes publican opiniones sin fundamentos como la suya.
Aleks Syntek
Lo perfecto
Al tropezar aprendí
Durante la única conferencia que dicté en uno de los auditorios de la UNAM, años atrás, recuerdo que los estudiantes me escuchaban con cara de no entiendo nada, como si les estuviera hablando de otro planeta. Yo les hablaba de liderazgo empresarial, y les puse ejemplos de Bimbo o Sabritas. Yo he dado clases por años, y no tengo problema para comunicarme en un lenguaje claro con quien no domina la materia de negocios. El problema estaba del otro lado.
Los numerosos ejemplos de estudiantes de esas facultades, empezando por El Mosh y aderezado esta semana por Lucía Andrea Morett Álvarez —la estudiante mexicana herida en el campamento de las FARC en Ecuador—, deberían merecernos reflexiones serias sobre los programas académicos, las habilidades conceptuales y —en todo caso—, el adoctrinamiento de que son sujetos algunos jóvenes en esas aulas.
Ojo. El problema no está en la disciplina, pues hay exitosos egresados de licenciaturas afines que se emplean en agencias de investigación de mercados o que se insertan en procesos creativos en corporaciones que gustan de nutrirse de talento diverso, multiplicando las posibilidades que les brindan los egresados de las facultades de negocios o economía.
No. El problema está en la intención profesional con la que egresan varios jóvenes de esas facultades. Quieren romper el mundo, no construirlo. Uno, que está en el mundo de los negocios, se puede topar con un dentista transformado en publirrelacionsta teniendo éxito, prosperando, aunque no fue en lo que originalmente estudió. Pero no es común hallar un filósofo de la UNAM inserto en el mundo de los negocios. ¿Por qué será?
En Estados Unidos es numeroso el grupo de filósofos o egresados de escuelas de arte que luego estudian un MBA. ¿Su propósito? Hacer negocios. Prosperar. Aquí, sin embargo, los exportamos a los campamentos guerrilleros latinoamericanos. ¿Por qué es ese su destino?
*** Lo que acabamos de leer es la columna Cubículo estratégico, de Carlos Mota del jueves 6 de marzo (información que mi amigo Gade tuvo a bien compartir conmigo). Ante lo cual, la China, como egresada de la UNAM, hace uso de su derecho de réplica, al menos en su pequeño y extraño espacio:
Señor Mota (porque de periodista, al menos en esta columna, no tiene nada), para empezar, le agradecería que fuera más específico con sus datos: ¿de qué conferencia habla?, ¿en qué año la “dictó”?, ¿en qué facultad?, ¿en qué auditorio?... porque así nada más como una anécdota de su vida, pues mejor debería comenzar con un “querido diario”.
Contrario a lo que usted expresa, creo que sí tiene problemas para comunicarse, y no me refiero a “dominar la materia de negocios”, sino a establecer con claridad sus ideas con base en argumentos coherentes y concisos. En resumen, usted escribió su artículo con el hígado y eso no tiene nada de asertivo. Por lo que entiendo de su “sesudo” análisis, ahora resulta que a usted, pobre víctima, nunca lo comprendieron, y que “el problema es de los otros”, qué curioso.
Ahora bien, ¿los demás ejemplos (que no son ni el Mosh ni Lucía Andrea Morett Álvarez), que opinión le merecen?; los grandes científicos, pensadores e investigadores que ha generado la UNAM… ¡Ah, que usted no los conoce! Dele gracias al cielo que no todos somos “empresarios” (según su concepción), porque, póngase a pensar, ¿cómo es que funcionaría este mundo?
Usted “cree” (como cuando va a misa) que los estudiantes de la UNAM vamos a la aulas para que nos “adoctrinen”… usted cree que, como en los tiempos de la teoría de la aguja hipodérmica, es posible “lavarle” el cerebro a un ser humano; es decir, usted desmerita nuestra capacidad de reflexión y de análisis… ¿con qué derecho?
Noto que para usted la disciplina equivale a emplearse en agencias de investigación o de mercado, o insertarse en “corporaciones”… de nuevo con su tendencia reduccionista. No especifica, no da ejemplos, con una frase lo dice todo. Correcto, es una columna, su columna, pero podría entregarle a sus lectores algo mejor, ¿no le parece?
“El problema está en la intención profesional con la que egresan varios jóvenes de esas facultades. Quieren romper el mundo, no construirlo”… Me presento: Mi nombre es Penélope Martínez Zepeda, tengo 24 años y llevo más de dos trabajando; he sido profesora adjunta, voluntaria en una asociación civil, jefa de un departamento de prensa, redactora publicitaria y correctora de estilo. Muchas de mis actividades las desempeño como profesionista independiente.
Quizás no soy, como usted lo expone, “una dentista transformada en publirrelacionista teniendo éxito”, pero estoy orgullosa de ejercer la profesión para la cual estudié y, a la vez, diversificar mis áreas de oportunidad laboral. Si es que usted aún no se ha encontrado con un filósofo inserto en el mundo de los negocios es quizás porque no ha tenido el gusto de conocerlo, o por muchísimas otras razones de las cuales no habla en su columna.
Es por gente como usted que la convivencia en nuestra sociedad se vuelve cada vez más complicada; es por gente como usted, que generaliza y que prejuzga. ¿Sabe?, he tenido la enriquecedora oportunidad de trabajar con egresados de la Ibero, del Tec, del ITAM, así como de otras universidades que, como la UNAM, son públicas; en asuntos de trabajo eso no tiene la menor importancia, sino los resultados.
Lamento decirle que el destino de los universitarios es otro. Lamento decirle que quienes estamos en la constante búsqueda de oportunidades tenemos el coraje suficiente para enfrentarnos a todos los obstáculos, incluido el mal uso que "analistas" como usted hacen de los medios de comunicación y la falta de responsabilidad y ética de quienes publican opiniones sin fundamentos como la suya.
Aleks Syntek
Lo perfecto
Al tropezar aprendí
Que al vivir es así
Un error para cambiar
O aceptar mi condición
***
No va conmigo lo perfecto
Pero intento lo correcto
Nadie nace conociendo lo ideal
Debes poner tu mano en fuego, y sabrás
Debes poner tu mano en fuego, y sabrás
Nadie puede sus defectos cambiar
Cuando no los ha logrado aceptar
***
***
Si estaba bien o esta mal
No lo puedo descifrar
Pero alcanzo a comprender
Cuando llego a lastimar
***
No va conmigo lo perfecto
Pero intento lo correcto
Nadie nace conociendo lo ideal
Debes poner tu mano en fuego, y sabrás
Nadie puede sus defectos cambiar
Cuando no los ha logrado aceptar
***
Cada cabeza es un mundo
Y cada mundo tan distinto
Cada destino diferente
Y diferente es la gente
Cada persona en un sentido
Cada sentido en un camino
Son mil caminos tan distintos
Tan distantes entre sí
***
Nadie nace conociendo lo ideal
Debes poner tu mano en fuego, y sabrás
Nadie puede sus defectos cambiar
Cuando no los ha logrado aceptar
9 comentarios:
mi director de tesis y mi compañera que se acaba de titular con una tesis que habla acerca del Ideal del Yo universitario, cncluyeron que uno de los propositos del ser egresado de la UNAM es que se espera de tí una vision y un compromiso social en primer término, claro, eso no quiere decir que ser empresario sea lo contrario, pero si explica en cierta parte por que no es el proposito del chico de filosofía ingresar a empresas como Bimbo y sabritas y nos er parte eso (y serlo tambien) no tendría por que ser parte de algo equivocado.
Ahora lo que DA CORAJE es que este hombre afirma que queremos romper el mundo no construirlo. Yo creo que algo que ningun joven debe de dejar de tener en su mente es la importancia de una consciencia crítica, y si a través de eso te posicionas y no estás de acuerdo con algo y actuas a favor de un cambio, creo que eso es todo menos un burdo adoctrinamiento y borregada.
Tienes razón chinísima,que subestimados nos tiene ese hombre.. pues dónde lo adoctrinaron a este para ser tan prejuicioso y reduccionista, que si no eres empresario eres globalifóbico. Eso mi querida china son los prejuicios que son como el pan de cada Dia. por mi parte digo con orgullo que la UNAM es la casa de estudios más abierta a las diferencias y al respeto a ellas.
No, es que si se pasó...yo también el dediqué un post. Pumas del mundo uníos!!!
"Usted escribió su artículo con el hígado y eso no tiene nada de asertivo", cada vez los universitarios demostramos lo asertiva que es la retórica. YEAH!
Por primera vez entré a tu blog con la curiosidad de saber qué escribes y para quién, había tomado la desición de leer tu último post y tus inspiraciones en el futuro, sin embargo al terminar de leer el último quise leer el anterior y al terminar el anterior leí uno más y al terminar uno más me seguí con todas tus historias del 2007. Descubrí que algunas de ellas las viví contigo, como lo del objeto extraño en la nariz o tu cumpleaños 23.
Y si ya de por sí te admiraba por tu calidez humana, tu sentido del humor, tu optimismo, tu facilidad para hacer amigos, tu creatividad, tu sensibilidad y tu amor al prójimo, después de leerte, descubrirte y mirar dentro de ti, mi admiración creció mucho más.
Eres una excelente escritora, con una capacidad literaria increíble. Mi admiración y respeto a la Chikita violenta.
Sabes que te quiero mucho, y que aunque ya no nos veamos tan seguido, siempre te consideraré una gran amiga.
Atte
Xochitl Toral
lA CHINA ANDA ENCABRITADA... JEJE, YO LE MANDÉ UNCORREO AL SEÑOR ESTE Y NO ME LO HA CONTESTADO...
cHALE.
Heeeeeyyy!!!!....
Chinisima compañera blogger...
Pensé que nunca volvería a encontrar su blog... ahora vivo en otra ciudad (Monterrey) y ya no entraba al internet... mucho menos me hacía cargo de un blog...
me da mucho gusto leerle de nuevo y ver que como siempre usted hace un análisis muy inteligente de algun tema en particular.
Creo que el problema de éste señor es que está midiendo el "éxito" en el numero de ceros que tiene la cuenta bancaria del egresado.
Para el solo es "exitoso" aquel que tiene una empresa grande... sin importar que haya dejado de lado para lo que estudió una licenciatura.
Pobre cabrón del Mota. Esa columna fue lo más desafortunado que le pudo haber pasado.
Como profesora, lo sabes bien, uno trata de que el tan sobado "mundo real" no los tome por sorpresa, pero eso no quiere decir que los de la UNAM renunciemos a nuestra visión social, que nos hace únicos y valiosos.
Vale madre si no nos contratan en Unilever. Hay más vida que eso.
Un abrazo
Recuerdo en la película biográfica de la vida de Bruce Lee, que él estudió filosofía y su novia de la universidad le decía "casi no hay campo laboral para eso ¿qué piensas hacer?" y Bruce Lee respondía "bueno, tendré tiempo para pensar a fondo lo que significa ser un desempleado"...Lee fue un tipo que no trabajó en Nokia ni en Sony, pero es de los hombres más rifados que han pisado la tierra en los últimos años, todos lo conocemos como el actor, pero el tipo llego a tener un nivel tan alto en filofofía que escribió libros y dio conferencias en grandes universidades (antes de ser famoso)...La filosofía es una de las carreras más importantes, porque desmenuza el pensamiento humano y realmente es tan triste vivir en mundo en el que ser filósofo sea sinónimo de "fracaso" para la sociedad....de acuerdo al punto de vista del mundo contemporáneo, Sócrates, Platón y Aristóteles serían unos fracasados y revoltosos.
Pero la cosa no es tan sencilla, porque los estudaintes de la UNAM que se dicen revolucionarios, muchos de ellos no saben ni lo que hacen, son borregos izquierdistas que tampoco tiene capacidad analítica. Es lamentable que algunos hayan muerto en Colombia, pero si se van con una de las guerrillas más fuertes del continenete supongo que sabían el riesgo ¿o acaso pensaban que les iban a regalar chocolates?...esto no es un juego, son cosas muy serias y los estudiantes de la UNAM deben entenderlo como tal...
Yo no generalizaría, pero no creo que irte con las Farc sea libertad de pensamiento, todo lo contrarió, es una cerrazón mental indigna de cualquiera que se diga universitario, de la escuela que sea.
Yo tengo una amiga egresada de la Facultad de Filosofía y Letras y ella no está con las Farc, ella lleva años trabajando en un gran esfuerzo para hacer que la gente se acerque a la cultura, particularmente al teatro...esos son los universitarios libres de pensamiento, son las personas valiosas para la sociedad que egresan de las universidades.
Hola!
Llegue aquí buscando recomendaciones de maestros en filos. Cuando comence a leer la nota del tal Mota mis ojos casi sangran. Lamentable su punto de visto cerrado.La situación ve de mal en peor, tan es así que recientemente con el problema en el Che Guvera (Justo Sierra) escuché que el discurso quieren eliminar filos para dentro de 15 años o una basura similar
Excelente respuesta!
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