Suena a voces… a voces mezcladas con silencios largos. Suena a sollozos, a murmullos. Suena a burocracia, de esa que pregunta nombres, domicilios, números telefónicos… Suena a desesperación y tristeza: “usted tiene cáncer”… suena a esperanza: “está aquí para recibir su tratamiento”.
Y el frío que cala hasta los huesos acompaña la espera. Huele a alcohol mezclado con desinfectante… huele a enfermedad… a hospital sumergido en café express. Todos saben su destino, al menos parte de él, porque las “especialidades” marcan no sólo el expediente, sino la vida.
Oncología: preconsulta, orientación al derechohabiente, laboratorio, rayos X, ginecología, mama, cabeza y cuello, hematología, tumores mixtos, jefatura de piso, área de radiación… anuncios comerciales de “nuevos tratamientos” de quimioterapia suministrada por vía oral.
Consultorio 1, 2, 3, 4… Puertas que se abren y se cierran. Un tumor, un tumor maligno… alteración de células que se reproducen descontroladamente. Diagnóstico: CACU (cáncer cérvico-uterino). “¿Cómo pudo pasar?... Dijeron que todo estaba en orden… Ocho meses atrás dijeron que se habían equivocado, que no era cáncer… y luego vinieron las hemorragias…”
Cabezas cubiertas con gorros y pañoletas… con pelucas. “Viejita, siéntate, ya casi nos toca”, minutos más tarde el hombre entra al consultorio. El nombre de Sebastián, lo gritan dos veces, luego aparece un niño de unos seis años… en silla de ruedas… y unos padres que no logran disimular la angustia en sus rostros.
¿Para qué pensar en la muerte? ¿Por qué buscar un culpable? No vale la pena cuestionar a Dios… Es, sencillamente, la lucha… aferrarse a vivir. Por eso quizás valga la pena el dolor, por seguir respirando, porque aún no termina, porque aún no es momento de dejar de existir…
Y el frío que cala hasta los huesos acompaña la espera. Huele a alcohol mezclado con desinfectante… huele a enfermedad… a hospital sumergido en café express. Todos saben su destino, al menos parte de él, porque las “especialidades” marcan no sólo el expediente, sino la vida.
Oncología: preconsulta, orientación al derechohabiente, laboratorio, rayos X, ginecología, mama, cabeza y cuello, hematología, tumores mixtos, jefatura de piso, área de radiación… anuncios comerciales de “nuevos tratamientos” de quimioterapia suministrada por vía oral.
Consultorio 1, 2, 3, 4… Puertas que se abren y se cierran. Un tumor, un tumor maligno… alteración de células que se reproducen descontroladamente. Diagnóstico: CACU (cáncer cérvico-uterino). “¿Cómo pudo pasar?... Dijeron que todo estaba en orden… Ocho meses atrás dijeron que se habían equivocado, que no era cáncer… y luego vinieron las hemorragias…”
Cabezas cubiertas con gorros y pañoletas… con pelucas. “Viejita, siéntate, ya casi nos toca”, minutos más tarde el hombre entra al consultorio. El nombre de Sebastián, lo gritan dos veces, luego aparece un niño de unos seis años… en silla de ruedas… y unos padres que no logran disimular la angustia en sus rostros.
¿Para qué pensar en la muerte? ¿Por qué buscar un culpable? No vale la pena cuestionar a Dios… Es, sencillamente, la lucha… aferrarse a vivir. Por eso quizás valga la pena el dolor, por seguir respirando, porque aún no termina, porque aún no es momento de dejar de existir…
7 comentarios:
Hay posts jocosos, fuertes, tristes, reflexivos hay los llenos de ánimo. Éste des de los últimos. Besos China.
Peni, me espantas con este post... ¿estás bien? Deja que tenga menos chamba y te llamo...
¿Estás bien China? Espero que si, te envío muchos abrazos.
Un hobbit preocupado.
Sabes=? me ha tocado vivir parte de eso que cuentas. No sé si lo sabías, pero nací enfermo del corazón, me han operado dos veces a corazón abierto, estoy sentenciado de por vid a tomar medicamentos para dicho mal y a somerteme de forma frecuente a exámenes cardiológicos.
Sin duda estar en un hospítal en condición de paciente es muy complicado, naturalmente viene la pregunta "¿por qué a mí?, por qué si en este momento todos mis amigos etsán en una excursión escolar, yo estoy internado en un hospital con la vida en un hilo? por qué si mis amigos gastan su dinero en bares, yo lo tengo que gastar en farmacias, laboratorios y clínicas?"....Quizá no haya una respuesta sustentada para eso, pero creo que de una u otra forma todos tenemos problemas y hay que saber afrontarlos. Este tipo de cosas me ayudaron a conocer mejor a todos mis amigos, a apreciar más la vida y tener otra perspectiva de las cosas...Creo que todos quienes pasan por eso, como primer reacción se cuestionaran "¿por qué a mí?", pero ya depende de cada quien la forma en la que encaré sus padecimientos y lo que de ellos pueda aprender.
Visito tu blog y me encuentro con esto último: radiaciones, esperanza, un niño, tal vez la inutilidad del seguro social...
Cierto, muy cierto cuando dices que valdrá la pena soportar el dolor mientras queden días para hacerlo...
Ximena
eeste post: dificil, fuerte, oscuro, disminuido, pasional, rencoroso, vengativo... pero al mismo tiempo esperanzador, luminoso, altamente energizante, humilde, victorioso, veraderamente grandes cada una de sus letras. INMENSO post.
standing ovation.
Todo mi cariño, ánimo y buenos deseos para tí, China, sabes que siempre me has inspirado, eres una mujer extraordinaria.
Te quiero harto, además.
D.
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