martes, marzo 9

Diseño de imagen

En mi último intento te miré de reojo con la esperanza de que dijeras algo más que aquello de que te gustan las chicas lindas… eso fue hace como dos meses. Y reconozco que, más que tus acostumbrados comentarios, me molestó tu espléndida capacidad de subestimarme con base en lo poco “chic” de mi cabello corto, desordenado y antifemenino.


Me quedé callada, con ganas de decirte que eras un bruto de primera, con ganas de decirte que aquella tarde había elegido la ropa con la que me sentía más “bonita” y que había estrenado un perfume de diseñador… pero qué sabes tú de esas cosas. En cambio me limité a fingir indiferencia mientras me prometía, en venganza, no volver a subirme a tu coche y no volver a aceptarte una invitación.


Y resulta que hoy te dignaste a dirigirme la palabra (por Internet, claro), sólo para preguntarme si ya estoy saliendo con alguien… como si te interesara mucho. Sin embargo, hoy no importa, porque hoy, simplemente, me vale madre no ser la Barbie girl… hoy tengo cosas más importantes en que pensar.


Sospeché que algo te había ocurrido. Triste pero cierto. Siempre me buscas después de que alguna chica te maltrata, cuando te sientes solo o cuando necesitas un “consejo”. Como aquella vez que me invitaste un café a las 10 de la noche para hablarme durante más de una hora de la tipa que tanto te gustaba y que no te comprendía. Por Dios que mi vida puede ser el guion de una película gringa chafa.


Total, que no dije mucho. Por mí puedes seguir creyendo lo de siempre: que no tengo sentimientos, que todo me da igual, que no necesito un comentario amable, que yo “aguanto” porque mi carácter es rudo… porque la vida me ha enseñado enfrentar situaciones difíciles. Total, que no pienso volver a buscarte por mucho que de vez en cuando me sea grata tu compañía.


Mi cabello sigue siendo un desastre, pero mis amigos no lo notan tanto. Mi temperamento sigue siendo áspero cuando se requiere, eso lo saben quienes me conocen. Tú, seguramente, sigues buscando una “mujercita” presumible que te arme escenas de diva por cualquier bobada… Tienes razón, yo soy más “burda”, me basta con que nadie limite mi libertad.


*** Por ahora no hay "compromiso", pero eso no quita que quiera bailar con alguien, jajaja.



I wanna dance with somebody

Whitney Houstone


Clocks strikes upon the hour

and the sun begins to fade,

still enough time to figure out

how to chase my blues away.


I've done alright up 'til now

it's the light of day that shows me how,

and when the night falls

my loneliness calls.


Oh! I wanna dance with somebody,

I wanna feel the heat with somebody.

Yeah!, I wanna dance with somebody,

with somebody who loves me.


I've been in love and lost my senses

spinning through the town.

Soon or later the fever ends

And I wind up feeling down.


I need a man who'll take a chance

on a love that burns hot enough to last.

So when the night falls

my lonely heart calls.


Oh! I wanna dance with somebody,

I wanna feel the heat with somebody.

Yeah!, I wanna dance with somebody,

with somebody who loves me.

lunes, marzo 1

Ataque masivo

En una semana puede pasar nada y mucho. Massive Attack y los gritos de sus fans me estrujaron el corazón… como me lo estrujó el hecho de saberme amiga de Diana aún después del paso de los años, aún cuando en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales no éramos tan cercanas.


Martina Topley dio un espectáculo increíble, al lado de ese misterioso baterista del que quedé prendada. Luego las luces violetas se encendieron y perdimos la noción del tiempo… De “menos” (¿qué es menos para Massive Attack?) a más… de estar sentados a ponernos de pie. Mis ojos extraviados en la enormidad del escenario y mi boca entreabierta… el corazón palpitante.


Una presentación musical en vivo de ese nivel no se compara con nada. En más de una ocasión, mientras mi cabeza se movía casi involuntariamente, me pregunté cómo se sentirá estar frente a miles de personas que admiran lo que haces… más de una vez me dije “eso es pasión: hacer lo que te gusta sin limitaciones, de tal manera que otros lo sientan como propio”.


Mi espíritu apaleado durante un par de semanas difíciles recobró vitalidad, y de pie entre la multitud recordé eso que siempre me repite mi padre: “no sabes cuál sea exactamente tu destino”… “Imagínate que ese negro te llame por teléfono con su voz bien acá”, dijo Diana; y como yo soy muy imaginativa terminé por reír.


Hacemos buena conexión en un concierto… Diana y yo. Reímos, bailoteamos, nos burlamos de algunos fans y proclamamos nuestra admiración por la “gordita sexy” que interpretó Unfinished sympathy, en sustitución de la quizás ya un tanto olvidada Shara Nelson. Nuestros respetos fueron para esa mujer que, enfundada en un vestido negro que le comprimía las carnes, además de cantar tocó la pandereta.


A veces se me olvida todo aquello que me motiva… a veces queda enterrado bajo la presión, bajo la obsesiva fijación de no equivocarme. ¿Qué le gritaría al mundo si tuviera un instante?: “… Really hurt me, baby, really cut me, baby/How can you have a day without a night?... Like a soul without a mind/and a body without a heart/ I’m missing every part…”.