He cometido varias equivocaciones y también he tenido algunos “pequeños accidentes”; y todo por no poner atención, ya sea en las instrucciones por escrito o en las especificaciones que se me hacen, mismas que no escucho con la atención debida.
Por eso estoy aquí, molesta, enojadísima… No puedo abrir mi frasco de Krazy Kola Loka Brocha. Mensa de mí, las instrucciones lo decían clarísimo: “Limpie el frasco con una trapo o servilleta de papel antes de cerrarlo”. Pero no… no lo hice… no lo limpié… y hoy que quiero utilizar la dichosa Kola Loka, na’ más no puedo.
En este momento me doy cuenta de que al reverso del frasco se hace un señalamiento, hasta con letras mayúsculas y en negritas: “LEA CUIDADOSAMENTE LAS INSTRUCCIONES Y PRECAUSIONES DEL REVERSO DE LA CARTULINA ANTES DE USARLO”. Lo peor de todo es que YO SÍ LAS LEÍ.
Mi madre dice que soy un peligro, quizás por eso son contadas las ocasiones en que me deja entrar a la cocina. Me repurga que cada vez que me acerco al horno de microondas me haga las mismas advertencias: “No vayas a meter nada envuelto con papel aluminio”, “¿Ya le quitaste la cuchara/tenedor?”, “Ni se te ocurra meter una olla”…
¡Chalessss!, pues ni que yo fuera tan wey. Bueno, está bien, una vez no me fijé y conecté el scanner de la computadora a un adaptador que no le correspondía. ¿El resultado?: sobre carga eléctrica y pérdida total del aparato. Lo bueno es que los de la garantía le creyeron a mi mamá el choro ese de que “se había quemado solo”, ja. Pero ni que fuera para tanto…
Lo que sí leo una y otra vez son las instrucciones de lavado y cuidado de la ropa, y eso por antecedentes igualmente catastróficos. Una vez metí a la lavadora mi “súper-fashion-cara-blusa-de-Zara” y ocurrió que quedó bien “guango” el elástico de la cintura. Debí haber puesto el ciclo para ropa delicada y utilizado un jabón suave.
Bueno, pero un error cualquiera lo comete. Recuerdo bien que, hace ya varios años, mi mamá metió un suéter de alpaca –CARÍSIMO- de mi papá a la lavadora. La prenda se encogió y quedó tan pequeña que la ganona fui yo. ¿Y todo por qué? POR NO PONER ATENCIÓN EN LAS INSTRUCCIONES.
Las instrucciones deben leerse correctamente y seguirse al pie de la letra, sin tratar uno de refutarlas. De lo contrario, el spaghetti, en lugar de quedar “aldente”, se convierte en una masa deforme, aguada e in apetecible. De lo contrario, hasta la sopa Maruchan puede perder su exquisito sabor, o la gelatina puede quedar mal cuajada.
Bueno, mientras aprendo la lección, esto ya valió gorro… ¡Auxilioooo! ¿Alguien puede ayudarme a abrir el maldito frasco de Krazy Kola Loka Brocha?...
A cada paso que doy
Luz Cazales
Voy por la vida hilvanando traspiés
Como una estúpida
Y cada día yo pienso esta vez
Será la última
No sé qué hacer
No sé cómo evitar
Ir por el mundo así
Siempre dispuesta para tropezar
Lo mismo aquí que allí
Creo, que haciendo el tonto por la vida voy
Creo que en medio de un berenjenal siempre estoy
A cada paso que doy…
Ir de narices contra una pared
Resulta cómico
Mas repetirlo una y otra vez
Es un mal crónico
Creo, que haciendo el tonto por la vida voy
Creo que en medio de un berenjenal siempre estoy
A cada paso que doy…
No sé qué hacer
Para evitar el tropezón
No sé, no sé
Qué hacer
Para encontrar la solución
A cada paso que doy
Cada paso es un salto mortal
Algo enigmático
Cada paso es un paso fatal
A un fin dramático
Y sé, y sé
Que soy casi un peligro público
Y sé, y sé
Que soy un caso único
Yo sé que soy un caso muy especial
Yo soy un caso muy especial
A cada paso que doy…
Voy por la vida hilvanando traspiés
Como una estúpida
Y cada día yo pienso esta vez
Será la última
Creo, que haciendo el tonto por la vida voy
Creo que en medio de un berenjenal siempre estoy
A cada paso que doy…
Por eso estoy aquí, molesta, enojadísima… No puedo abrir mi frasco de Krazy Kola Loka Brocha. Mensa de mí, las instrucciones lo decían clarísimo: “Limpie el frasco con una trapo o servilleta de papel antes de cerrarlo”. Pero no… no lo hice… no lo limpié… y hoy que quiero utilizar la dichosa Kola Loka, na’ más no puedo.
En este momento me doy cuenta de que al reverso del frasco se hace un señalamiento, hasta con letras mayúsculas y en negritas: “LEA CUIDADOSAMENTE LAS INSTRUCCIONES Y PRECAUSIONES DEL REVERSO DE LA CARTULINA ANTES DE USARLO”. Lo peor de todo es que YO SÍ LAS LEÍ.
Mi madre dice que soy un peligro, quizás por eso son contadas las ocasiones en que me deja entrar a la cocina. Me repurga que cada vez que me acerco al horno de microondas me haga las mismas advertencias: “No vayas a meter nada envuelto con papel aluminio”, “¿Ya le quitaste la cuchara/tenedor?”, “Ni se te ocurra meter una olla”…
¡Chalessss!, pues ni que yo fuera tan wey. Bueno, está bien, una vez no me fijé y conecté el scanner de la computadora a un adaptador que no le correspondía. ¿El resultado?: sobre carga eléctrica y pérdida total del aparato. Lo bueno es que los de la garantía le creyeron a mi mamá el choro ese de que “se había quemado solo”, ja. Pero ni que fuera para tanto…
Lo que sí leo una y otra vez son las instrucciones de lavado y cuidado de la ropa, y eso por antecedentes igualmente catastróficos. Una vez metí a la lavadora mi “súper-fashion-cara-blusa-de-Zara” y ocurrió que quedó bien “guango” el elástico de la cintura. Debí haber puesto el ciclo para ropa delicada y utilizado un jabón suave.
Bueno, pero un error cualquiera lo comete. Recuerdo bien que, hace ya varios años, mi mamá metió un suéter de alpaca –CARÍSIMO- de mi papá a la lavadora. La prenda se encogió y quedó tan pequeña que la ganona fui yo. ¿Y todo por qué? POR NO PONER ATENCIÓN EN LAS INSTRUCCIONES.
Las instrucciones deben leerse correctamente y seguirse al pie de la letra, sin tratar uno de refutarlas. De lo contrario, el spaghetti, en lugar de quedar “aldente”, se convierte en una masa deforme, aguada e in apetecible. De lo contrario, hasta la sopa Maruchan puede perder su exquisito sabor, o la gelatina puede quedar mal cuajada.
Bueno, mientras aprendo la lección, esto ya valió gorro… ¡Auxilioooo! ¿Alguien puede ayudarme a abrir el maldito frasco de Krazy Kola Loka Brocha?...
A cada paso que doy
Luz Cazales
Voy por la vida hilvanando traspiés
Como una estúpida
Y cada día yo pienso esta vez
Será la última
No sé qué hacer
No sé cómo evitar
Ir por el mundo así
Siempre dispuesta para tropezar
Lo mismo aquí que allí
Creo, que haciendo el tonto por la vida voy
Creo que en medio de un berenjenal siempre estoy
A cada paso que doy…
Ir de narices contra una pared
Resulta cómico
Mas repetirlo una y otra vez
Es un mal crónico
Creo, que haciendo el tonto por la vida voy
Creo que en medio de un berenjenal siempre estoy
A cada paso que doy…
No sé qué hacer
Para evitar el tropezón
No sé, no sé
Qué hacer
Para encontrar la solución
A cada paso que doy
Cada paso es un salto mortal
Algo enigmático
Cada paso es un paso fatal
A un fin dramático
Y sé, y sé
Que soy casi un peligro público
Y sé, y sé
Que soy un caso único
Yo sé que soy un caso muy especial
Yo soy un caso muy especial
A cada paso que doy…
Voy por la vida hilvanando traspiés
Como una estúpida
Y cada día yo pienso esta vez
Será la última
Creo, que haciendo el tonto por la vida voy
Creo que en medio de un berenjenal siempre estoy
A cada paso que doy…